Tenemos un problema, el 50% de las mujeres siguen relacionando la palabra pesas con la imagen del culturismo.
Las pesas son la mejor arma para hacer que la gravedad pase de ser enemigo a ser aliado, es decir que pase de fomentar la caída de nuestros tejidos a ayudarnos a mantener todo en su sitio. Y es que con un pequeño par de pesas puedes hacer ejercicios que endurezcan todo tu cuerpo luchando así contra la gravedad y dejándote más firme.
Además de la ventaja de la firmeza, también te aportan unos beneficios colaterales muy interesantes. El aumento del tono muscular contribuye a aumentar el metabolismo, es decir el gasto de calorías de tu cuerpo, así que estando más dura eliminarás mayor cantidad de energía en forma de grasa durante todo el día.
Son muchos más los beneficios del trabajo con pesas, como el aumento de la calcificación de los huesos, la descarga articular, etc. Pero lo importante es que, seas de ese 50% que lo sabía, o no, cojas un par de pesitas y te pongas a entrenar tus músculos.
El culturismo requiere de unas 3 horas de entrenamiento diarias y sobre todo sustancias anabolizantes y hormonales que no están en tu cuerpo, no tiene nada que ver con nosotros, olvídalo.