“El lunes empiezo”, ¿sabes que está comprobado que los planes que empiezan en lunes tienen mayores posibilidades de fracasar? Y no es porque sean peores planes, es por la predisposición de quien los sigue.
Generalmente, quien piensa que el lunes empieza, es porque está posponiendo el sufrimiento del ejercicio y de la dieta unos días más allá. El error de “el lunes” es de concepto, pues estas personas imaginan ese lunes como el punto de inflexión en el que van a abandonar el 100% de los actos que consideran nocivos y van a llevar una vida prácticamente de deportista de élite. Protagonizar este cambio de un día para otro es imposible, para todo el mundo. Y ese mismo lunes, tal vez el martes, estas personas se vuelven a chocar con el muro de la realidad, y con el “yo no soy capaz”. Es imposible cambiar nuestros hábitos de golpe, los hábitos son eso, costumbres que se adoptan con el tiempo.
Un buen plan siempre conlleva una progresión, una evolución en los cambios de manera que los vayamos incorporando poco a poco, y así dé tiempo a asentarlos en nuestras costumbres diarias. Por eso hay que empezar poco a poco a cambiar nuestras costumbres, empezando por cambiar algo muy pequeño e ir sumando pequeñas hazañas cada día.
Si esperas al lunes para hacer tu pequeño primer cambio, estás esperando al lunes para fracasar. Empieza hoy con algo pequeño.