Antioxidantes para mejorar nuestras defensas
Lo primero, y más importante, es llevar una alimentación sana y equilibrada, ya que, tanto un exceso como por un defecto en las calorías que ingerimos diariamente, puede originar una mala respuesta inmunológica.
Los antioxidantes son componentes naturales de los alimentos que, de una forma u otra, ayudan a nuestras defensas a protegernos de los agentes perjudiciales. Por ejemplo, hay antioxidantes que, como tales, son capaces de destruir bacterias y otros que intervienen en el buen mantenimiento de la membrana celular que actúa como barrera natural ante los microorganismos. Existen infinidad de antioxidantes, pero los más destacables son:
- Vitamina C y E: estos antioxidantes están ampliamente distribuidos. La vitamina C la encontramos principalmente en frutas como kiwi, naranja, piña y en verduras de la familia de la col. La vitamina E está presente en el aceite de oliva, en algunos cereales como el arroz integral y en algunos frutos secos como las avellanas.
- Carotenoides: se encuentra en algunas frutas como el melocotón y el albaricoque y en verduras como la zanahoria, la remolacha y los espárragos.
- Selenio: Alimentos ricos en selenio son los productos de origen animal como la carne, el pescado y el huevo y los cereales.
- Zinc: se encuentra principalmente en marisco y pescado así como en quesos curados y legumbres.
Como veis, es muy fácil mejorar nuestras defensas ya que estos antioxidantes están ampliamente distribuidos. Sólo basta con llevar una dieta variada en la que combinemos frutas y verduras, cereales y alimentos de origen animal.