Antioxidantes para prevenir el ictus en mujeres
Una dieta rica en antioxidantes se relaciona con una menor probabilidad de ictus en mujeres, independientemente de si existía una historia previa de enfermedad cardiovascular, según asegura una investigación que se publica en Stroke.
«El consumo de alimentos ricos en antioxidantes podría reducir el riesgo de accidente cerebrovascular al inhibir el estrés oxidativo y la inflamación», señala Susanne Rautiainen, del Instituto Karolinska (Suecia). «Esto significa que se deberían comer más alimentos como frutas y verduras, que contribuyen a la capacidad antioxidante».
El estrés oxidativo es un desequilibrio entre la producción de radicales libres que dañan las células y la capacidad del organismo para neutralizarlos. Esto produce la inflamación, daño a los vasos sanguíneos y rigidez.
Inhibir la inflamación
Algunos antioxidantes como las vitaminas C y E, carotenoides y flavonoides pueden inhibir el estrés oxidativo y la inflamación generada de los radicales libres. Los antioxidantes, en especial los flavonoides, también pueden ayudar a mejorar la función endotelial y reducir la formación de trombos sanguíneos, la presión arterial y la inflamación.
Los investigadores recogieron datos de la dieta a través de un cuestionario de frecuencia de alimentos. Los investigadores clasificaron a las mujeres de acuerdo a sus niveles de antioxidantes y tuvieron en cuanta los antecedentes de enfermedades cardiovasculares.
Los principales resultados del estudio mostraron que cuanto mayor consumo de antioxidantes menores tasas de accidente cerebrovascular en mujeres sin enfermedad cardiovascular. «Las mujeres con una ingesta mayor de antioxidantes, además, parecen ser más conscientes de su salud y seguir el tipo de conductas saludables que pueden haber influido en nuestros resultados», reconoce Rautiainen. «Sin embargo, la asociación observada entre la ingesta de antioxidantes y el accidente cerebrovascular persistió después del ajuste de posibles factores de confusión relacionados con el comportamiento saludable como el tabaquismo, la actividad física y la educación».
Los investigadores utilizaron la cohorte de Mamografía Sueca para identificar a 31.035 mujeres sin antecedentes de enfermedad cardiovascular y 5.680 con un historial de enfermedades del corazón. Las mujeres tenían entre 49-83 años de edad.