A todos nos apetece quitarnos los kilos de más a la misma velocidad a la que parecen haber aparecido. Es decir, ¡de inmediato! Pero es una estrategia a corto plazo que siempre rebota y no sólo nos hace recuperar los kilos perdidos, sino que nos regala unos cuantos más. Por eso, es mejor tomarse las cosas con calma y sensatez.