Pieles atópicas: breve guía para afrontar el invierno
Este tipo de pieles sensibles sufre en mayor medida los efectos del frío
Que con la llegada del frío tu piel sufre mucho más es un hecho. Un problema que aumenta de forma exponencial en aquellas personas que tienen algún problema dermatológiso. Es el caso de la dermatitis atópica, que afecta al 30% de los menores y al 10% de los adultos de la población española. Estrenado ya el mes de diciembre, el frío aumenta los brotes y agudiza los síntomas, siendo necesario cuidar la piel con mayor atención en esta época del año. Pero no sólo el frío es un problema: el ambiente seco, el uso de prendas sintéticas, o determinados cosméticos y jabones irritantes son otros condicionantes para la aparición de esta enfermedad, cuya causa originaria se desconoce, aunque los expertos creen que el factor genético es uno de los más influyentes.
¿Cómo se manifiesta?
La dermatitis atópica se caracteriza por sequedad de la piel, inflamación, lesiones, enrojecimiento y descamación que a menudo acaba provocando un picor intenso y molestias que repercuten en el descanso. Y es que los brotes provocan además problemas para dormir y como consecuencia cansancio y cambios en el humor. “Les afecta muchísimo en su vida. Primero, por los síntomas, porque la piel les pica, les duele y esto les hace sufrir. Y segundo, el aspecto visible de la enfermedad les estigmatiza y les afecta a la autoestima”, Nos explicaba el Dr. Torrelo, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid), quien añade: “Es muy importante el tratamiento precoz de los brotes, ya que si se reacciona de forma rápida la evolución es mucho mejor”. Sin embargo, muchos pacientes a pesar de que tienen brotes tardan mucho en iniciar el tratamiento y eso que con frecuencia saben lo que tienen que hacer. “Creemos que en la dermatitis atópica, como en otras enfermedades crónicas, los pacientes se acostumbran a soportar sus síntomas y tiran la toalla, pensando que no tiene arreglo. Es una sensación de abandono o de padecer una condena”.
Con la ayuda de los Laboratorios Uriage, vamos a resumirte en un decálogo las recomendaciones básicas para cuidar las pieles atópicas. Eso sí, ten en cuenta que quien mejor te puede ayudar, sin duda alguna, es tu dermatólogo.
1. La prevención, el primer paso. Es importante adoptar medidas preventivas para evitar brotes y llevar un control de cuándo y dónde aparecieron para identificar los posibles factores desencadenantes.
2. Tratar y limpiar la piel diariamente. La rutina de higiene es fundamental para mantener una piel saludable. Los expertos recomiendan utilizar cuidados indicados para pieles atópicas que ayuden a nutrir y proteger la barrera cutánea de la piel así como evitar el agua demasiado caliente ya que puede agravar la inflamación.
3. Secar la piel con cuidado. Lo más aconsejable es utilizar toallas de algodón y sin frotar para evitar dañar e irritar las zonas afectadas.
4. Aplicar una hidratante adecuada. Las pieles con dermatitis atópicas se caracterizan por estar muy secas. Los expertos recomiendan utilizar diariamente cuidados emolientes para aportar la cantidad de nutrientes necesarios a la piel.
5. Usar una protección solar indicada para pieles sensibles. Es muy importante proteger la piel de los rayos del sol durante todo el año además de hacer especial atención a las zonas más sensibles.
6. Abrigarnos en exceso puede ser contraproducente. Especialmente a los niños se trata por todos los medios de abrigarles demasiado para que no cojan frío. En muchas ocasiones, acaban sudando y empeora los síntomas de esta afección.
7. Evitar el roce de las prendas sintéticas. Se recomienda elegir prendas de algodón y evitar los sintéticos y las lanas que tienden a provocar reacciones alérgicas en la piel. Además, a la hora de lavarlos, se aconseja 1 doble aclarado para eliminar totalmente los restos de detergentes. No se recomienda el uso de suavizantes.
8. Utilizar geles especiales para el baño. Sobre todo en el caso de los niños, se aconseja utilizar productos que no contengan jabón, que tienden a resecar demasiado la piel. Cualquier producto utilizado debe ser hipoalergénico y sin perfumes.
9. Mantener un ambiente húmedo en las habitaciones. Para evitar la excesiva sequedad de la piel, se aconseja mantener los interiores húmedos, especialmente durante el invierno por el uso de la calefacción.
10. No abusar de ciertos alimentos en la dieta. Si bien no se prohíbe oficialmente ningún alimento, algunos de ellos conllevan más riesgos que otros. Consulta con tu médico y prescinde, si procede, de aquellos susceptibles de provocar crisis.
1. Lipikar Baume AP+ de La Roche-Posay 2. Oleogel de baño AtopiControl, de Eucerin. 3. Crema Facial de Malva Blanca de Weleda. 4. Nutratopic Pro AMP, de Isdin. 5. Aceite limpiador de Avene Xeracalm AD.