Frente a un problema como la alopecia, que se convierte en un quebradero de cabeza para muchas personas, la investigación no cesa y siguen llevándose a cabo innovaciones y nuevas técnicas. Una de ellas es el microinjerto capilar, una técnica quirúrgica hace unos años casi desconocida, que ha ido poco a poco haciéndose un hueco. Pero esta vez no vamos a detenernos en aquella que se emplea cuando hay caída de cabello en la cabeza. A pesar de realizarse mayoritariamente en el cuero cabelludo, cada vez más personas se someten a esta intervención para mejorar el aspecto de otras zonas de su cuerpo. El Dr. Carlos Velasco de Aliaga, cirujano y director médico de Svenson, nos da las claves de algunos de estos “otros microinjertos”:
Cejas con buen aspecto
Las cejas juegan un papel fundamental en el aspecto general de la cara, ya que “si no van en armonía con los ojos o no presentan un arco agradable, es posible que la apariencia estética se vea afectada”, comenta el Dr. Velasco.
Hasta hace no mucho tiempo, las mujeres sólo podían solucionar la falta de cejas de forma temporal, dibujándolas diariamente o mediante la micropigmentación, que debe ser retocada cada cierto tiempo. Pero hoy, cada vez son más las mujeres que desean someterse al microinjerto en las cejas. “También los hombres solicitan esta intervención, en su caso más por un fin estético o cosmético”, comenta el doctor.
“En esta intervención se injertan, siguiendo la línea natural de crecimiento y forma de la ceja, folículos pilosos extraídos normalmente de la zona posterior de la cabeza, siempre buscando el pelo que sea más parecido al de la ceja”, asegura.
¿Y para la barba?
Aunque muchos hombres recurren a ella por una cuestión estética, lo cierto es que no todos los hombres pueden presumir de una barba bonita. Gracias al microinjerto se puede poner remedio a este problema, ya que se puede realizar “para dar mayor densidad a barbas poco pobladas, con pequeñas calvas o cicatrices e incluso en pacientes imberbes,” asegura el Dr. Velasco de Svenson. “Se puede realizar sobre cualquier zona de la barba ya sean patillas, bigote o mejillas”, puntualiza.
Las entradas
Frente despejada, entradas pronunciadas… la línea frontal enmarca la cara, da personalidad al rostro. Por ello cuando comienza a perderse este cabello mucha gente recurre al microinjerto. “La línea de inserción frontal es una de las zonas más delicadas a la hora de realizar un microinjerto ya que es muy visible. Por ello en este caso, más que en ningún otro, el diseño es muy importante, hay que valorar si las líneas frontales que se marquen ahora son las recomendables a 20-30 años vista”, comenta el director médico de Svenson.
¿También para la cicatrices ?
El microinjerto también es una buena técnica para disimular cicatrices en el cuero cabelludo que quedan visibles después de un accidente o una intervención, como por ejemplo un lifting. “Al cubrir con cabello la zona de la cicatriz esta se disimula completamente. El pelo de esta zona crecerá de manera natural y de la misma forma que crecería en cualquier otra parte del cuero cabelludo”, asegura.