Estos soleados días de marzo nos están dando un anticipo de la primavera que está a punto de llegar. Pero, además, nos han avisado de una cosa: ¡tienes que ponerte ya manos a la obra con la ‘operación bikini’! Siempre puntual, vuelve a ocupar nuestras mentes cuando estrenamos la primavera con el objetivo de lucir un 'cuerpo 10' en los meses de playa. Por eso vamos a ayudarte, porque no queremos que te entren las prisas para perder esos kilos de más que se han ido asentado durante los meses de invierno. Y es que, aunque exista el propósito de adelgazar, la mayoría siempre espera hasta el último momento y es entonces cuando se corre el riesgo de caer en dietas y productos milagro, comprometiendo incluso la salud.
Y los expertos insisten: para perder peso y mantenerlo a largo plazo, el único camino que ha demostrado ser verdaderamente eficaz es seguir una alimentación variada y equilibrada acompañada de algo de actividad física. Al contrario de lo que muchos piensan, no es necesario hacer grandes sacrificios ni pasar hambre, solo hay que seguir una serie de pautas básicas. Los especialistas en dietética y nutrición de la Unidad de Obesidad de Clínica Opción Médica, te resumen las 15 reglas más importantes para perder peso con éxito sin poner en riesgo la salud.
1. ¿Hay alimentos prohibidos? No debemos excluir ningún gran grupo alimenticio (hidratos, proteínas y grasas). La clave está en el equilibrio y la moderación.
2. El objetivo de toda dieta de adelgazamiento es consumir menos de lo que el cuerpo gasta, para crear un déficit calórico. Un especialista en nutrición podrá determinar el número de kcal diarias que nuestro cuerpo necesita a partir de datos como el sexo, la estatura, el peso y el nivel de actividad física.
3. Hacer ejercicio, fundamental. Los ejercicios cardiovasculares como andar a paso rápido, salir en bici o correr son los más eficaces para eliminar el exceso de grasa.
4. ¿Calorías vacías? ¡No, gracias! Una dieta de adelgazamiento no debe estar basada en la restricción, pero sí deben evitarse en la medida de lo posible aquellos alimentos que no tienen ningún valor nutricional y por lo tanto, no suponen ningún beneficio para nuestro organismo como la bollería industrial, el alcohol, los refrescos azucarados…
5. ¿Estar a dieta implica pasar hambre? No necesariamente. Muchos asocian el estar a dieta con pasar hambre, pero no debería ser así. La clave no está tanto en la cantidad, sino en la calidad de los alimentos. Hay que saber elegir y decantarse siempre por aquellos alimentos de bajo aporte calórico.
6. La dieta debe ser sostenible en el tiempo. Si lo que queremos es, además de perder peso, mantener los resultados a futuro, no debemos entender la dieta como una forma especial de alimentarse durante un periodo concreto, sino como un cambio de hábitos para toda la vida.
7. ¡Ojo con las bebidas! Solemos prestar mucha atención a lo que comemos, pero nos olvidamos de que las bebidas también son una importante fuente de calorías. Modera al máximo el consumo de zumos de frutas, refrescos, bebidas alcohólicas, batidos, etc. Todo suma.
8. Estar cuidándose no significa tener que renunciar a las reuniones con amigos y familiares. En todos los bares y restaurantes ofrecen alternativas más ligeras, como ensaladas, platos a base de verduras, pescados a la plancha…
Pide las salsas y aliños aparte, de postre elige fruta y modérate con el pan. ¡Eso es todo!
9. El número de ingestas diarias vendrá determinado por las necesidades individuales de cada uno. Si tu cuerpo te pide comer cada pocas horas, realiza comidas más pequeñas pero frecuentes incluyendo un tentempié a media mañana y uno por la tarde, por ejemplo. Recuerda que no debes pasar hambre.
10. Aplica la ley de la compensación. Si te has pasado un poco en la comida, por ejemplo, trata de cenar más ligero para que ese desliz no afecte al total de calorías diarias.
11. No te saltes comidas. Lo único que conseguirás es llegar con un hambre feroz a la siguiente ingesta y arrasar con todo. Conseguirás el efecto contrario al deseado.
12. ¿La clave de una dieta exitosa? La constancia. Para obtener resultados, hay que ser perseverante. Solo la suma de muchos días bien hechos te acercará a tu objetivo final. Pero si un día fallamos lo mejor es hacer borrón y cuenta nueva.
13. No tengas demasiada prisa por conseguir resultados. Dicen que lo que rápido se va, rápido vuelve y es cierto. Es mejor deshacerse de los kilos poco a poco, dejando al cuerpo adaptarse y hacerse a su nueva situación, para que la pérdida de peso sea estable y duradera.
14. ¿Es hambre lo que sientes? Muchas veces comemos por ansiedad, por aburrimiento, para premiarnos, para pasar un mal trago… La comida es el alimento de nuestro cuerpo, no de nuestra alma y hay que desvincularla de los sentimientos.
15. Disfruta de lo que comes. Una alimentación sana no tiene por qué ser aburrida. Mezcla, experimenta, crea y saborea. ¡Te sorprenderás!