Aunque poco a poco los días van alargándose y se va acercando el momento en el que diremos adiós a los días más fríos, lo cierto es que aún queda invierno, y éste está siendo especialmente duro. Por eso, hay partes de nuestro cuerpo a las que debemos seguir prestando especial atención para evitar las agresiones externas. Es el caso de las manos, una de las zonas más sensibles al daño producido por los cambios climáticos, productos químicos y por las actividades que realizamos a diario, lo que se traduce en una pista reveladora de nuestra edad, precisamente debido a la falta de atenciones. En los meses fríos todos estos factores aumentan ya que la piel de nuestras manos se encuentra continuamente expuesta a los cambios bruscos de temperatura que dañan profundamente el factor natural de hidratación, produciendo incluso la pérdida del mismo y alterando por completo el pH de nuestra piel. ¿Cuál es la consecuencia? La epidermis se volverá áspera, presentará descamación, sequedad e incluso en los casos más extremos pequeñas heridas o cortes que se pueden producir con el mínimo roce sobre nuestra piel.
Para remediar este proceso, la firma Eve Lom (que cuenta con productos específicos para su cuidado, como Hand Cream SPF 10 y Cuticle Cream), nos da una serie de consejos para mimar nuestras manos y también nuestras uñas
Manos bien cuidadas
- Aplicar crema hidratante varias veces al día, masajeando siempre para que penetre bien.
- No utilizar agua demasiado caliente para lavar las manos y utilizar un jabón suave y nutritivo. Después, secar siempre bien las manos, sin frotar demasiado para respetar la epidermis.
- Por la noche, para reforzar el efecto del tratamiento, aplicar una capa generosa de crema.
- Una vez a la semana, después de aplicar la crema, cubrir las manos con unos guantes de algodón o lana y mantenerlos durante la noche. Bajo el efecto del calor, la hidratación será mucho mayor y por la mañana las manos estarán hidratadas y muy suaves.
¿Y las uñas?
Lo cierto es que no siempre les prestamos la atención que merecen. Es importante saber que no sólo realizan una función estética sino también de protección. Las uñas constituyen un tipo de piel modificado por queratina, un tipo de proteína fibrosa muy resistente; son partes vivas de nuestro organismo. La salud de las uñas es un fiel reflejo de la salud del cuerpo en general. Como el resto de la piel, las uñas sufren las agresiones del medio exterior y requieren un cuidado adecuado para que no presenten un mal estado, no se agrieten, no se rompan y no aparezcan estrías.
- Una vez a la semana darles forma, evitar cortarlas y limarlas en una sola dirección.
- Maquillar con esmaltes de buena calidad ayuda a proteger las uñas de los daños ambientales.
- Para evitar irritaciones eliminar los restos de esmalte utilizando un producto sin acetona.
- Llevar una buena alimentación con una dieta rica en calcio.