Tres reglas 'de oro' para que no te falle el protector solar
Toma nota de nuestros consejos si no quieres que el sol queme tu piel
Aplicar la crema solar de forma correcta debería ser un ritual ineludible cada día de playa o de piscina. No, no basta con echarse un poquito de crema por algunas partes cuando vas a disfrutar de un día expuesta al sol. ¿Sabías que casi siempre nos aplicamos menos fotoprotector del que nos hace falta? Luego vienen las quejas en forma de piel quemada... En todos los casos, pero especialmente si es la primera exposición de este año, y si tu fototipo es bajo, no olvides estas tres reglas fundamentales de aplicación.
1. Generosa. Al menos veinte minutos antes de la exposición solar, hace falta extender una capa bien generosa de protector sobre la piel. Sólo así se asegura su total eficacia.
2. Exhaustiva. Cuidado con olvidarse siquiera de una sola esquinita del cuerpo: hay que extender el producto hasta bajo la ropa de baño, prestando especial atención a los pies (¡incluso entre los dedos!), las manos, los hombros, la nariz y las orejas.
3. Repetitiva. Hace falta reaplicar producto tras cada chapuzón largo o cada dos horas para asegurarse una protección total durante toda la exposición.