¿Quieres presumir de espalda este verano?
Consejos prácticos para que luzca radiante en estos meses de calor
Durante los meses de frío se mantiene a buen recaudo y, de hecho, es una de las partes menos expuestas. Pero la cosa cambia cuando las temperaturas ascienden: la espalda recupera el terreno perdido y se convierte en una de las ‘estrellas’ del verano, sobre todo en las playas y piscinas. Por eso, hay que mimarla a conciencia para que luzca radiante... ¡es su momento!
- Su piel. La piel de la espalda se caracteriza por su extensión, ausencia de pliegues y por ser una zona en la que suelen producirse alteraciones vasculares, pigmentarias o glandulares. Es una piel propensa a padecer lesiones de acné, sobre todo en la etapa de la pubertad. También es frecuente la presencia de alteraciones pigmentarias o de pequeños angiomas, así como el eritema y las quemaduras producidas por las radiaciones solares, dando lugar a pequeñas cicatrices o lesiones postraumáticas que pueden dejar alteraciones sobre la piel.
- Bien hidratada. Requiere hidratación como cualquier otra parte del cuerpo. Sí, lo sabemos: aplicar la crema no resulta demasiado cómodo. Pero, de forma periódica, prueba a pedir ayuda para realizar los tratamientos nutritivos e hidratantes que mantengan la piel en las mejores condiciones. Ahora que hay que aplicar la crema solar y después los productos after sun es un buen momento para recuperar el tiempo perdido.
- Preparándola para la exposición solar. Tal vez llegamos ya tarde, pero lo cierto es que antes del verano conviene realizar una limpieza profunda de la piel, con el empleo de peelings abrasivos suaves, que permita eliminar la mayor cantidad de células muertas posible. De esta manera se podrá realizar una hidratación conveniente, que permitirá un bronceado, siempre con la utilización de los filtros adecuados, más uniforme y duradero.
- ¡Ojo con el sol! La espalda es una de las zonas del cuerpo más expuesta a las radiaciones solares, por ejemplo, cuando estamos disfrutando de la natación. Es fundamental, por lo tanto, protegerla del sol, aplicando el filtro dos horas antes de la misma, repitiendo la aplicación cada dos horas de exposición, y especialmente en esta zona, cada vez que salgamos del agua. Además, el tipo de filtro para esta zona, generalmente más grasa sobre todo en su parte alta, deberá ser fluido, de fácil difusión y para facilitar su colocación en esa zona de difícil acceso pueden ser útiles los formatos en spray.
- ¿Le viene bien la gimnasia? Tal vez no lo sabías, pero las tablas de gimnasia orientadas a fortalecer la musculatura de la espalda y a mejorar su arquitectura y morfología tienen un efecto directo en beneficio de la piel. ¿La razón? El ejercicio físico hace que la piel transpire, abra sus poros, elimine las toxinas a través del sudor y mejore en resistencia y elasticidad.
- Beneficios del verano. Por otra parte, la mayor vida al aire libre y la correcta exposición solar van a ser excelentes aliados para mejorar, llegando a la curación, las habituales imperfecciones como los granitos que suelen estar presentes durante el resto del año en las pieles con tendencia grasa y acnéica.
- Una espalda sana. El verano es buen momento para relajarse... ¡espalda incluida! Mantener los músculos de la espalda relajados y con buen tono, procurar una actitud erguida, evitar vicios posturales y conseguir una buena vascularización son premisas indispensables para disfrutar de una espalda sana. Los masajes repercuten de forma beneficiosa en los músculos y las articulaciones, pero también lo hacen directamente sobre la piel: mejoran la oxigenación de la piel y de los músculos, proporcionan elasticidad, ayudan a eliminar toxinas, producen una relajación muscular y actúan sobre el sistema nervioso central, disminuyendo la tensión y el estrés.