"¿Esta será demasiado clara?, ¿iré demasiado maquillada si me compro una más oscura?". Estas son algunas de las preguntas más habituales a la hora de comprar una base de maquillaje. Lo has intentado, pero no das con el color de fondo que mejor te va. Hay una norma fundamental: recuerda que el tono elegido debe ser lo más similar al color natural de la piel, observándola a la luz del día.
- Para escogerlo haz una prueba aplicándolo sobre el rostro o cuello: cuando el color desaparezca fundido, es que has dado con el tono correcto.
- Si vas maquillada, haz la prueba de color sobre la mano. Ten en cuenta que la palma de la mano es más oscura que el rostro, y el dorso de la mano, aún más oscuro. La zona que más se aproxima en tonalidad es el área de unión entre el dedo pulgar y la muñeca.
- A veces es tentador escoger uno más oscuro, para verse algo más morena, pero pensemos en el implacable paso del tiempo: la base que recién aplicada se ve tostada, al cabo de cinco horas queda a manchas, algo que pasa desapercibido si es del mismo tono de la piel.