Días de verano en los que tu piel está expuesta a los efectos del sol, también con su parte negativa. Por eso, sabes que tras la exposición solar se hace más que necesario mimar la epidermis. Pero, ¿con tu hidratante corporal habitual o con un after sun específico? Tal vez en alguna ocasión te haya surgido la duda. Si piensas que una crema hidratante hace la misma función, no estás del todo en lo cierto. Los efectos de estos productos específicos van mucho más allá de los de una crema hidratante: alivian la sensación de quemazón, ayudan a hidratar, nutrir y calmar la piel sensible en profundidad y regeneran las células dañadas, además de preparar la piel para nuevas exposiciones, volviéndola más resistente. En los meses de verano, se convierten en nuestros mejores aliados para mimar la piel tras la exposición solar.
Alivia, hidrata y regenera
Pero, además, el after sun es el aliado perfecto para prolongar el bronceado, y, además, cuida en profundidad la piel, manteniéndola elástica y tonificada durante todo el verano. Sus compuestos incluyen ácidos grasos y vitaminas, aunque algunas marcas han desarrollado innovadoras fórmulas para multiplicar sus beneficios: lociones que incorporan anticelulíticos, geles reafirmantes, cremas antiedad... Y son presentados bajo múltiples texturas para facilitar su absorción: emulsiones, mousses, sprays... . Toda una inversión en belleza y salud, que te permitirá sacar partido de cada rayo de sol de forma saludable.
No olvides que...
-A pesar de usar protectores solares, se hace necesario aplicar productos reparadores para equilibrar las funciones cutáneas.
- La piel sufre una deshidratación. Necesita sustancias calmantes, hidratantes, nutritivas y antioxidantes.
- Los productos post-solares suelen tener un efecto antiinflamantorio (descongestiona las pieles enrojecidas por el sol) y refrescante.
Un truco. Dedicado especialmente a quienes adoran las cremas de efecto frío, especialmente tras un día de sol: nada como guardar el after sun en la nevera (pero nunca en el congelador, cuidado), para, al extenderlo, disfrutar de una caricia especialmente refrescante. Resulta especialmente agradable en las piernas, ya que, además, estimula la circulación... ¡miel sobre hojuelas!