Se estima que entre un 20 y 25% de las mujeres (y entre un 10 y un 15% de los hombres) sufren problemas en las piernas, debidos en un elevado porcentaje a problemas de circulación. Y con la llegada del calor éstos se incrementan debido al efecto vasodilatador que tienen las altas temperaturas sobre las venas.
Además, si el trabajo diario nos exige permanecer demasiado tiempo sentado o de pie, es probable que al terminar la jornada las piernas y los pies se hayan hinchado. Además, pueden aparecer pequeñas venillas y en grados más avanzados las conocidas varices. Los síntomas más habituales de lo que se conoce popularmente como “mala circulación” son: sensación de pesadez en las piernas, cansancio, hinchazón, hormigueos e, incluso, calambres.
Estos problemas de insuficiencia venosa se acentúan en las mujeres, especialmente durante el embarazo y en épocas de cambios hormonales. Y es que aunque los problemas circulatorios están fuertemente ligados al factor genético, llevar un estilo de vida poco saludable puede favorecer su aparición. Así, el tabaquismo, el exceso de colesterol, la obesidad o el sedentarismo son causas directas de esta molesta dolencia.
Remedios sencillos
Los expertos de las clínicas Opción Médica nos dan una serie de claves para prevenir los problemas circulatorios y suavizar sus síntomas en verano:
-Procura no estar ni sentada ni de pie durante muchas horas seguidas.
-Evita el exceso de sol. Protege tus piernas con un pareo, por ejemplo.
-Vigila tu alimentación: modera el consumo de sal, café, alcohol y grasas saturadas.
-Procura que en tu dieta nunca falten alimentos con efecto antioxidante como los tomates o las zanahorias y ácidos grasos poliinsaturados, como el pescado azul o los frutos secos; ayudarán a que la sangre sea más fluida y disminuirán el riesgo de trombos.
-Bebe al menos dos litros de agua al día.
-Para aliviar las molestias y favorecer la circulación de la sangre prueba a dormir con las piernas en alto colocándote una almohada debajo de estas.
-No abuses de los tacones ni la ropa ajustada.
-Termina la ducha aplicándote chorros de agua fría y tibia en las piernas. Si además lo acompañas con un masaje, estimularás la circulación y sentirás un alivio de los síntomas. Puedes usar un gel de masaje (los hay de muchas marcas, un clásico es Vitiven, de Arkopharma) aplicándolo de abajo hacia.