¿Te da pereza exfoliar tu piel? Es algo bastante habitual, pues estamos ante una de las rutinas de belleza que más cuesta añadir a nuestro ritual de cuidado facial. Y es que, reconócelo, no olvidas tu hidratación y desmaquillarte cada noche, pero no siempre sacas tiempo para realizarte un peeling facial. Si te has decidido, por fin, a eliminar las células muertas de tu piel, toma nota: el mejor momento es al finalizar el día.
¿La razón? Aun siendo un tratamiento suave, supone una cierta agresión al delicado equilibrio de la piel. Por eso, no está de más realizarlo al final de la jornada o por la noche, completando el desmaquillado habitual. Así se consigue una limpieza más profunda de lo habitual y, además, se da tiempo al cutis para que se recupere mejor durante el descanso nocturno.