Tal vez ya has guardado la crema de protección solar en el cajón, emplazándola a una nueva cita cuando llegue el buen tiempo. No te equivoques: el sol también hace de las suyas en invierno. La radiación ultravioleta produce un efecto acumulativo en la piel, de tal manera que no sólo hay que protegerla en los meses de verano, sino también cuando llega el frío. Por ello, la doctora Elisa Pinto, dermatóloga del Hospital USP San Camilo de Madrid, recomienda hidratar la piel en los meses de frío con cremas solares de Factor de Protección Solar 30. Si además realizamos actividades deportivas como montañismo o esquí, es conveniente elevar el índice de protección solar a 50 + . “Factores de protección superiores a 50 no tienen ventaja respecto a la incidencia de cáncer de piel”, explica la experta.
¿Sabes qué es el capital solar?
El capital solar es el número de horas que puedes exponer tu piel al sol durante toda tu vida. Está determinado genéticamente y, una vez consumido, comienzan los problemas cutáneos. El riesgo del efecto acumulativo de radiación ultravioleta no desaparece después del verano. Aunque la intensidad sea menor en invierno, el sol sigue siendo dañino para nuestra piel. “La acumulación de la radiación ultravioleta a largo plazo puede generar la aparición de melanoma”, advierte la doctora Pinto. La experta insiste: “La radiación solar es menor durante los meses de invierno, pero no hay que olvidar el efecto acumulativo del daño solar en ese periodo. Las consecuencias de no cuidar la piel son inmediatas como en el caso de las quemaduras, o bien a largo plazo como ocurre con el fotoenvejecimiento y el cáncer de piel”.
La visita al dermatólogo
Por ello, se hace fundamental la visita al dermatólogo con carácter periódico, "aunque el paciente no observe lesiones cutáneas alarmantes". Es importante controlar los nevus (lunares) y manchas, que cambian a lo largo de nuestra vida y pueden evolucionar a melanoma. Sin embargo, no todos los cambios en la piel son peligrosos, pero una correcta "educación" orientada a la revisión anual y rutinaria, es fundamental en el diagnóstico precoz, que asegura una actuación rápida y eficaz frente a la enfermedad.
Otros enemigos de tu piel
La contaminación y el consumo continuado de alcohol y tabaco son otros factores de riesgo para una piel desprotegida. "La contaminación obstruye los poros y provoca sequedad en la piel". Por su parte, el tabaco provoca el envejecimiento cutáneo o la aparición prematura de arrugas, todo ello en una piel menos tersa y luminosa. El alcohol, consumido de forma abundante y continuada, genera cuperosis (dilatación de los vasos sanguíneos que pueden llegar a hacerse visibles especialmente en la nariz y las mejillas) y, además, acelera el envejecimiento natural de nuestra piel.
Cinco claves para cuidar la piel
- Hidratarla y limpiarla a diario.
-No olvidar la fotoprotección.
-Llevar una dieta sana, con abundantes frutas y verduras que aportan antioxidantes.
-Autoexploración: El autoexamen de los lunares es indispensable para el diagnóstico precoz del cáncer de piel. Si detecta algún lunar que cambia de aspecto (tamaño, forma o color), o ha aparecido súbitamente, y es irregular en forma, color o sangra, acuda al dermatólogo.
- Visita anual al dermatólogo.