Con la Navidad a las puertas, tal vez te estás planteando tener un poco más de cuidado con la dieta, de cara a lucir radiante en estas fechas, y, sobre todo, en previsión ante las ya de por sí copiosas cenas y compromisos típicos de esta época. Los expertos insisten en los riesgos de las llamadas ‘dietas milagro’. El endocrinólogo y nutricionista del Hospital USP San Camilo, el doctor Alejandro Domingo Gutiérrez, apuntaba que este tipo de dietas en las que se pierde peso demasiado rápido tienen un “efecto rebote”, es decir, que se recuperan los kilos en el momento en que se abandonan, pero añade que las consecuencias son “perniciosas” para nuestro organismo. “Primero se adelgaza, pero después hay que atenerse a las consecuencias”, señala el experto.
Por eso, es fundamental conocer cuáles son las causas que nos han llevado a coger esos kilitos de más y las recomendaciones claves para perderlos. Si se quiere adelgazar, según el Dr. Domingo, hay que conocer y modificar los hábitos de conducta que llevaron al sobrepeso. Las cuatro causas y las recomendaciones del experto serían:
- Alimentación no adecuada. El experto recomienda un régimen a base de frutas y verduras hervidas o a la plancha, legumbres con verduras y sin grasas, pescados y carnes a la plancha, etc. En cualquier caso, es aconsejable que el especialista sea quien prescriba la dieta y haga seguimiento de la misma, teniendo en cuenta factores individuales y sociales de cada caso.
- Actividad física escasa. Importa el ingreso calórico pero también el gasto y para eso hay aumentar el ejercicio. Caminar una hora al día -o al menos cuatro días por semana- a un ritmo de 4 kms/hr.
- Alteraciones endocrinas o metabólicas de carácter genético o adquirido. Un buen estudio clínico y complementario antes de emprender una dieta es necesario para descubrir si existe alguna alteración de este tipo en la aparición de una obesidad
- Estrés y ansiedad. son causas frecuentes de sobrepeso y obesidad y factores difíciles de eliminar. Lo ideal sería suprimir esa tensión que sufre el individuo en su entorno familiar, laboral o social, pero ante la imposibilidad de lograrlo, a veces se recurre a herramientas como la psicoterapia o a opciones farmacológicas, como los ansiolíticos, con los efectos colaterales que estos últimos tienen.