Parece que el buen tiempo no acaba de querer acompañarnos, pero, aunque el clima se empeñe en llevarnos la contraria, lo cierto es que antes de que nos demos cuenta, estaremos en pleno verano. Y una de las partes que puede sufrir las consecuencias es tu piel, que necesita hidratación en estos meses de altas temperaturas.
La piel está formada en gran parte por agua y de forma natural, dispone de sus propios mecanismos para mantener su correcta hidratación y crear una barrera de protección frente a las agresiones externas. Gracias a su “manto hidrolipídico”, una película protectora que está formada por agua y lípidos, frena la evaporación de la humedad, protege de las agresiones externas y mantiene el pH de la piel dentro de los límites para evitar la aparición de infecciones.
Sin embargo, es muy fácil que se pierdan estos niveles hídricos. Condiciones climáticas como el calor intenso, la sequedad, la contaminación, el aire acondicionado, así como hábitos como el consumo de alcohol o tabaco y malas costumbres alimenticias, pueden acabar con esas defensas naturales con las que cuenta la piel. Así, de cara al verano hay que extremar el cuidado de la dermis, ya que en estas estaciones se ve sometida a condiciones más extremas como son las altas temperaturas, la exposición al sol y la sudoración excesiva.
Por eso, desde el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) han elaborado un útil decálogo que te da las claves para lucir una piel bonita y sana durante el verano
1. Toma de 2 a 2,5 litros de líquidos diarios. Cuando aumente el calor, la humedad o tu nivel de actividad física puedes necesitar beber más porque se incrementan las pérdidas hídricas.
2. Bebe de forma continuada a lo largo de todo el día, incluso aunque no tengas sed, ya que esta sensación aparece cuando existe ya cierto grado de deshidratación.
3. Lleva a mano una botella de tu bebida favorita que te recuerde la necesidad de beber.
4. Elige entre la gran variedad de bebidas que tienes a tu disposición. Además de agua, las infusiones, refrescos, los zumos, los caldos y los lácteos ayudan a beber lo suficiente e hidratan el organismo.
5. Las frutas, verduras y hortalizas también contribuyen a la hidratación, ya que tienen un alto contenido en agua.
6. Evita el alcohol porque tiene un gran poder diurético y deshidrata.
7. Si haces deporte, debes beber antes, durante y después de practicarlo, ya que se pierde mucho líquido a través del sudor. En estas situaciones, recuerda que las bebidas para deportistas te ayudan a reponer sales minerales y glucosa además de hidratarte.
8. Hidrata tu piel también desde fuera utilizando productos especializados de uso tópico.
9. En verano evita tomar el sol entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde, ya que son las horas de mayor intensidad y puede tener efectos nocivos sobre la piel.
10. Usa siempre protección solar con filtro UVA y UVB para evitar los daños de la radiación solar y el envejecimiento prematuro de la piel.