En más de una ocasión te hemos animado a calcular tu fototipo, pero ¿tienes claro qué indica? Vamos a intentar darte las claves. Para elegir el protector solar más apropiado, debemos conocer primero cuál es nuestro tipo de piel. Para ello disponemos de la escala de fototipos que cataloga el tipo de piel en función de sus características y de su facilidad para sufrir quemaduras. Los fototipos van desde el I, en el que quedan incluidas las personas de piel muy blanca y que se queman con mucha facilidad, hasta el VI, que hace referencia a las personas de color, que no se queman. Una vez identificado el perfil de nuestra piel, debemos elegir el fotoprotector más adecuado para ella, con el fin de aumentar la capacidad de defensa frente al sol. Estas son las claves según la Asociación para el Cuidado de la Salud:
FOTOTIPO I. Piel blanca-lechosa. Intensas quemaduras solares. En verano, soporta sin protección la exposicón solar sólo 10 minutos. Fotoprotector aconsejado: 50 o más.
FOTOTIPO II. Piel clara, no muy sensible. Se queman fácilmente e intensamente. En verano, soporta sin protección la exposicón solar de 15 a 20 minutos. Fotoprotector aconsejado: 50 o más.
FOTOTIPO III. Razas caucásicas (europeas). Se queman con moderación. En verano, soporta sin protección la exposicón solar unos 30 minutos. Fotoprotector aconsejado: 30-50.
FOTOTIPO IV. Piel ligeramente oscura (razas mediterráneas). Se queman mínima o moderadamente. En verano, soporta sin protección la exposicón solar de 30 a 45 minutos. Fotoprotector aconsejado: 15 o 20.
FOTOTIPO V. Personas amerindias e hispanas. Se queman raras veces. En verano, soporta sin protección la exposicón solar unos 60 minutos. Fotoprotector aconsejado: Mínimo, 10.
FOTOTIPO VI. Razas negras. No se queman. En verano, soporta sin protección la exposicón solar más de una hora. Fotoprotector aconsejado: protección mínima.
¿Y tú? ¿Qué fototipo tienes? Descúbrelo en nuestra calculadora.