La forma de la nariz y, sobre todo, su armonía con el resto del rostro pueden llegar a ser argumentos más que suficientes para que una persona, descontenta con la suya, decida someterse a una rinoplastia, curiosamente una de las operaciones estéticas más solicitadas también por los hombres; y ello a pesar de que hay que reconocer que entrar en un quirófano puede echar para atrás a más de una persona.
Sin embargo, si en algún momento te has planteado corregir estéticamente la nariz, estás de enhorabuena, porque existe una nueva técnica que permite remodelarla sin tener que someterse a operación quirúrgica alguna. Se llama rinomodelación angular y permite remodelar los ángulos de la nariz mediante la aplicación de un material de implante en puntos estratégicos para corregir las imperfecciones nasales. “La mayoría de la gente que desea cambiar la nariz no necesita pasar por una cirugía, con todo lo que implica, y sufrir una lenta recuperación. Basta la actuación sobre puntos clave del caballete y el ángulo naso-labial para mejorar el aspecto. Todo ello se consigue en unos minutos y con total seguridad, sin consecuencias, con esta técnica”, afirma el doctor David Cohen, presidente de la Asociación Internacional de Rinomodelación (AIR) y presidente de honor de la Sociedad Española de Cirugía Estética.
Este tratamiento se realiza con una anestesia similar a la que utilizan los dentistas, aunque hay casos en los que basta con la aplicación de una crema anestésica en la zona a tratar. Según continúa explicando el doctor Cohen, “gracias a la inocuidad del procedimiento, la rinomodelación angular se puede aplicar en cualquier persona adulta. Incluso pacientes alérgicos pueden someterse a este tratamiento, ya que con los productos utilizados en el proceso no se puede desarrollar ningún cuadro alérgico”. Eso sí, antes comenzarlo, se realiza una recreación virtual para que los pacientes puedan ver cómo será su nariz tras haberse sometido a esta técnica.