Lección de maquillaje: ¿Quieres sacar el máximo partido a los polvos translúcidos?
Toma nota de estos pequeños consejos sobre el uso de este socorrido cosmético, que se puede usar solo o sobre tu base de maquillaje habitual
Aplicar un ligero velo de polvos sobre el cutis es un secreto de belleza que se remonta al Antiguo Egipto, cuando Cleopatra se aplicaba polvos de arroz para dar un aire misterioso a su tez. Desde entonces, tan femenino gesto no ha hecho más que transmitirse de generación en generación hasta llegar a nuestros días, cuando las grandes firmas presentan fórmulas cada vez más perfectas y refinadas. Y otra cosa a tener en cuenta: solos o sobre tu base de maquillaje habitual, son un recurso maravilloso tanto para quien no le guste maquillarse en exceso como para las más perfeccionistas porque los polvos traslúcidos ayudan a fijar el maquillaje.
¿A quién le convienen los polvos translúcidos?
Bien aplicados, los polvos se adaptan a cualquier tipo de piel, a pesar de que los cutis maduros los temen al pensar que resaltan las arrugas. El secreto está en escoger una fórmula muy ligera y emoliente, ya que, sinceramente, éste es un producto en el que vale la pena invertir un extra de dinero.
¿Cómo se aplican?
Con la borla, se recogen los polvos y se depositan, con un suave toque y en forma de nube liviana, en las zonas claves del rostro, como son frente, nariz y barbilla. Sólo entonces se usa la brocha de polvos para extenderlos, siempre con movimientos que vayan del centro a los lados del rostro, y de arriba hacia abajo, para peinar el vello y obtener un resultado más favorecedor.
¿Solos o en compañía?
Los polvos translúcidos pueden utilizarse solos sobre la tez, dándole un aspecto cuidado y natural, o bien extenderse sobre la base de maquillaje para prolongar su duración y potenciar su efecto. Lo más importante es aplicarlos siempre en un velo muy ligero.
Diferencias entre polvos compactos y polvos libres
Básicamente, los compactos son idénticos a los libres, exceptuando el proceso de prensado, que les da diferente consistencia. Por su formulación, los polvos sueltos facilitan un efecto más liviano y natural, por lo que se recomiendan para usar en casa, mientras que los compactos son perfectos para retoques, ya que se pueden llevar en el bolso.
Secretos de color
En clara contradicción con su nombre, los polvos traslúcidos no deben ser transparentes (generalmente, estas fórmulas dejan un velo algo cetrino sobre la piel), sino tener una tonalidad ligeramente amarilla, lo que proporciona más calidez a la tez. En cualquier caso, deben extenderse siempre en un velo muy, muy fino, que no altere el color natural del cutis.
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