¿A quién no le gustaría tener una piel impecable, luminosa y radiante? Creo que a esta pregunta responderíamos todas al unísono. Pues bien, contrariamente a lo que puedas pensar, lograrlo puede resultar más fácil de lo que parece. Además de seguir unos cuidados mínimos (limpiar, tonificar e hidratar), existe otro elemento importantísimo al que, normalmente, no prestamos todas la atención que merece: la alimentación. Ten por seguro que seguir una dieta sana y saludable, no sólo beneficiará tu salud, sino también a tu piel. Pero, ¿quieres saber qué alimentos van a van a favorecer que tu piel luzca espléndida? ¡Toma buena nota!:
- Aumenta el consumo de frutas, verduras, hortalizas y cereales integrales porque son una inestimable fuente de antioxidantes (evitan la excesiva acumulación de radicales libres) y fibra (muy útil para evitar el estreñimiento). A ello hay que añadir su riqueza en vitaminas, que contribuyen a mantener la salud e hidratación de la piel.
- Los frutos secos, germen de trigo, aceites vegetales y el aguacate aportan vitamina E (importante antioxidante que protege la piel de las agresiones externas). Eso sí, procura consumirlos en cantidades moderadas para evitar un exceso calórico.
- Zanahorias, espinacas y pimientos son una excelente fuente de betacarotenos (o lo que es lo mismo, pro vitamina A), que ayudan al buen estado general de la piel. Hay algunos alimentos como el apio y la lechuga son ricos en ‘psoralenos’, sustancias que protegen la piel en caso de soriasis y mejoran la respuesta de la piel a la luz del sol.
- Otro consejo de oro: la mejor manera de evitar que tu organismo acumule toxinas es beber mucha agua, zumos de frutas y consumir verduras.
- Procura evitar el consumo abusivo de especias, dulces, grasas, alcohol, café y té.
- Si quieres que tu piel se renueve, apórtale la cantidad suficiente de vitaminas y minerales, prestando especial atención a las vitaminas A, E, C y vitaminas del grupo B. Entre los minerales, el hierro y el zinc son fundamentales para el mantenimiento de la integridad de la piel, el pelo y las uñas.