Tras el verano la piel, después de haberse expuesto a sesiones prolongadas de sol, necesita una serie de cuidados imprescindibles para paliar uno de los problemas más frecuentes y que más consultas dermatológicas ocasiona a la vuelta de las vacaciones: las manchas cutáneas. Es más, a medida que va desapareciendo el bronceado es cuando más visibles se hacen, sobre todo, en el rostro, las manos, el escote o los hombros, que suelen ser las zonas que más sufren los efectos de los rayos solares. No nos cansaremos de repetir que la prevención es un factor fundamental para evitar estos procesos de hiperpigmentación de la piel: no exponerse demasiadas horas al sol y usar un protector solar adecuado son los mejores métodos para evitar este indeseado problema.
Aunque existen diferentes causas por las que aparecen las manchas, como pueden ser la edad, los antecedentes familiares o razones hormonales su aparición se debe, pero, sobre todo, a la acumulación de radiación solar, cuando la piel ya ha tomado más sol del que tolera. Y es que la radiación ultravioleta se acumula, por lo que los pecados de la juventud salen a relucir con el paso de los años.
Cuando de manchas se trata, resulta difícil proponer un método definitivo, ya que incluso si se consigue eliminar las existentes, es fácil que, si se continúa la exposición al sol, aparezcan otras nuevas. Los laboratorios cosméticos se esfuerzan en encontrar la receta mágica para conseguir eliminarlas, pero es una empresa bastante complicada.
El primer paso es usar cremas despigmentantes por la noche comenzando su uso de forma gradual (una vez cada dos días, por ejemplo), para evitar irritar la piel en exceso. Éstas suelen incluir activos aclarantes como la hidroquinona o el ácido kójico.
El uso de cremas con agentes blanqueadores como la hidroquinona (que ralentiza la producción de melanina en el interior del melanocito) contribuye a aclarar las manchas, y si bien no siempre garantizan su total eliminación, dan mayor luminosidad a la tez. El ácido kójico es un activo que inhibe la producción de tirosina, directamente relacionada con la producción de melanina, y, por tanto, con la aparición de nuevas manchas, por lo que se usa en productos y técnicas despigmentantes. Dado que es muy irritante, suele usarse en concentraciones muy bajas y, sobre todo, en tratamientos farmacéuticos o médicos.
Aun así, conviene tener mucho cuidado a la hora de usar estos productos, e iniciarse en ellos poco a poco para evitar irritaciones innecesarias. Después, no olvides usar siempre una crema con índice de protección 15 como mínimo para mantener la defensa ante el sol. No puede decirse que un activo o una crema sea más eficaz que otra: a menudo, los tratamientos combinan diversos agentes despigmentantes. Lo más importante es la constancia en el uso de cualquier crema blanqueadora que elijas. Si se interrumpe el tratamiento, se desvanecerán los resultados. Además, de nada sirven si no se combinan con una protección solar total, ya que sus rayos estimulan esa melanina que provoca las manchas. Por tanto, un programa de ataque global pasa por el uso de cremas despigmentantes y evitar el sol por completo.
Cada vez más expertos están de acuerdo en que para prevenir su aparición es fundamental utilizar cremas o bien bases de maquillaje que tengan índice de protección solar en todo momento, incluso cuando nuestra piel no está directamente expuesta.
Tratamientos de instituto
Ahora bien, existen otros métodos que pueden ayudar a borrar las manchas y devolver a la piel su tono y textura natural. La doctora Pilar Govantes, de la clínica de medicina estética BIOSBCN, de Barcelona, recomienda básicamente cuatro métodos, cuya elección dependerá del estudio previo del paciente y de las necesidades cutáneas que presente:
- Luz intensa Pulsada (IPL): según esta especialista consiste en la emisión de luz láser que penetra en la piel para estimular a producción natural del colágeno. Es ideal para acabar con las manchas (ya sean estas de nacimiento, ocasionadas por el sol, el envejecimiento, por cambios hormonales o por el acné) y proporcionar firmeza a la piel.
- Nitrógeno líquido: se suministran pequeñas dosis de esta sustancia para despigmentar la zona a tratar. Normalmente esta técnica, que como cualquier tratamiento estético debe ser aplicada por un especialista cualificado, se utiliza para tratar las manchas localizadas, mientras que para las manchas dispersas están más indicados los peelings.
- Melaspeel: es un tratamiento que elimina las manchas al homogeneizar el tono de la piel. Puede aplicarse en todo tipo de pieles y funciona también para renovar y rejuvenecer la dermis porque elimina las arrugas.
- 'Peelings': eliminan las células muertas y las impurezas depositadas en la superficie de la piel. Se trata de una exfoliación especial, realizada con sustancias específicas, que ayudan a despigmentar las zonas de piel afectadas.