Las altas temperaturas de esta época del año hacen que las glándulas sebáceas se descontrolen, de manera que es muy habitual que, si tienes la piel grasa, percibas que tu cutis parece ‘brillar más que el sol’ y se multiplica la aparición de granitos e impurezas. Si a esto unimos el sudor o la humedad ambiental, no es de extrañar que, a veces, te sientas impotente para poder evitarlo. ¡Pero no desesperes! Todo tiene solución. Toma nota de estos pequeños trucos y verás cómo mejora el aspecto de tu piel:
- En verano, debes optar por productos cosméticos más ligeros, o bien, aplicar las mismas cremas que utilizas normalmente, pero sólo en las partes más secas del rostro, como las mejillas.
- Si ves que es necesario, lo mejor es optar por utilizar una crema específica para cutis grasos. Si te encuentras en un país con un nivel de humedad alto, puede darse el caso de que no sientas la necesidad de utilizar tu hidratante.
- La mejor manera de limpiar de impurezas o de exceso de grasa la piel es recurrir a limpiadoras al agua o que sean específicas para las pieles grasas.
- Una vez a la semana es muy recomendable exfoliar el rostro, o bien utilizar cosméticos con ácidos, que impiden la acumulación de impurezas en los poros y, como consecuencia, la aparición de los antiestéticos puntos negros.
- Si quieres disimular los indeseados brillos usa polvos traslúcidos ‘oil free’ o libres de aceites, que se aplican sobre el rostro con la ayuda de una borla para luego retirar el exceso con una brocha. Estos absorben el exceso de grasa que se produce a lo largo de la jornada. Una buena opción extra son los geles matificantes, productos que, como una crema, se aplican sobre las zonas brillantes y absorben la grasa sin dejar rastro. Se pueden aplicar tanto sobre la piel limpia como por encima del maquillaje, y son sumamente eficaces. Y cuando necesites un retoque ocasional, recurre a los papeles matificantes, pequeñas tiras que se presionan suavemente sobre las zonas grasas y absorben literalmente el sebo, dejando un aspecto fresco durante, al menos, dos o tres horas.