Y yo, ¿qué opción elijo para desmaquillarme?
Tónicos, toallitas, geles... hay numerosas opciones para eliminar los restos de maquillaje
Posiblemente es una de las rutinas cosméticas que más pereza te da. Y es que cuando invertimos tiempo en maquillarnos, la recompensa es que nos vemos guapas, pero por la noche, no apetece demasiado ponerse tónico y algodón en mano para eliminar los restos de maquillaje, aun sabiendo que éste es uno de los requisitos más importantes para presumir de buena piel.
Son esos momentos en los que hay que decir ¡fuera pereza! Y una vez que tienes claro que es un proceso fundamental, llega la hora de elegir el mejor sistema. Intentaremos ayudarte:
- Combinación leche-tónico. Es un dúo clásico y eficaz para eliminar cualquier tipo de maquillaje. Es perfecto para aquellas personas que prefieren una textura untuosa, y una opción ideal para pieles secas y sensibles. Arrastra hasta el maquillaje más cubriente.
- Limpiadoras al agua. La leche desmaquilladora no es imprescindible: tiene el agua como alternativa. No está sola. Son muchas las mujeres que no se sienten del todo limpias si no sienten la sensación del agua sobre la piel, que necesitan oír su chapoteo y aclararse al estilo tradicional. Si le gusta el frescor del agua, disfrútelo. Afortunadamente, existen multitud de limpiadoras al agua que dejan la piel limpia, respetando su equilibrio y bienestar.
- Toallitas desmaquilladoras, una solución práctica. No existe forma más rápida ni sencilla de eliminar el maquillaje que usar las cada vez más populares toallitas desmaquilladoras, que ya existen para cada tipo de piel. Si tu cutis tiende a sufrir impurezas, te recomendamos completar la limpieza con un tónico o con un aclarado extra, ya que estas toallitas pueden dejar residuos sobre la piel, aunque son una solución magnífica para casos de emergencia. Existen dos versiones: las que ya están empapadas en loción desmaquilladora para rostro y ojos (ideales para viajes, para llevar en el bolso o para noches largas), y las que se activan al agua: hace falta ponerlas bajo el grifo y así liberan su espuma.
- Las pieles secas o muy sensibles pueden optar por los formatos en crema, muy untuosos y nutritivos. Ideales para cutis muy secos ya que, a menudo, están enriquecidos con aceites esenciales y aromas relajantes. Se aplican mediante un ligero masaje. Después se retiran con un algodón o toalla de mano mojada en agua tibia.
- Jabón de tocador. No se va a hundir el mundo porque, por una vez, aproveches el jabón de manos para el cutis, pero eso no quiere decir que resulte recomendable. En primer lugar, este tipo de jabón no contiene los aceites necesarios para disolver el maquillaje, por lo que deja restos de cosméticos. Por si fuera poco, estos jabones suelen ser muy alcalinos, con un pH 8 o incluso superior, mientras que el de la piel, que es ácido, gira en torno a un 5,5. Esta diferencia provoca un desequilibrio notable, que altera tanto la piel como para que necesite casi 24 horas en recuperar su estado normal. Esta agresión, aún soportable para las pieles grasas, resulta excesiva para los cutis secos. Por tanto, es mejor recurrir a una limpiadora al agua específica para el tratamiento de la piel y dejar el jabón de las manos precisamente para eso, las manos.