La belleza no tiene edad. Algunas mujeres demuestran que se puede, incluso, mejorar con el paso del tiempo, aprovechando una época maravillosa de la vida. Sólo hay que incidir más en una serie de cuidados. Le damos algunos consejos básicos para disfrutar de la madurez.
En forma. Practicar ejercicio es muy importante, y caminar es una de las actividades más completas. Así, es recomendable dar largos paseos. La alimentación. Las vitaminas son aliadas naturales de la piel. Practicar una dieta natural y rica en frutas y verduras proporciona al organismo vitalidad, bienestar y belleza. Los enemigos. El alcohol, el tabaco y el café atacan directamente a la elastina y al colágeno de la piel. Si no puede huir de ellos, es conveniente reducir su consumo. Cuidado con el sol. A la hora de exponerse al sol, es recomendable hacerlo con moderación y, por supuesto, con la protección adecuada. Y es que no hay que olvidar que es uno de los principales causantes del envejecimiento. Limpieza. Es imprescindible limpiar bien la piel antes de la aplicación de cualquier crema, con productos específicos para piel madura, que activan y potencian la capacidad de absorción de las cremas de belleza. Piel sensible. La piel madura se vuelve más seca, fina, frágil y sensible, por lo que requiere para su cuidado un tratamiento de belleza específico, que compense las carencias debidas al paso del tiempo. Son fundamentales los cuidados específicos de las zonas más amenazadas, como el contorno de ojos, los labios y el cuello. Las cremas. Su aplicación debe hacerse siempre con un masaje descendente, que acabe en cuello y escote. Hidratación. El cuerpo necesita agua: es necesario beber, como mínimo, un litro y medio de agua diario. Regeneración. Si quiere lucir un aspecto radiante y saludable, el momento del baño o la ducha es perfecto para la aplicación, a modo de mascarilla, de una gruesa capa regeneradora de noche. Con el vapor, los poros se abrirán absorbiendo la crema. Al acabar, es conveniente retirar la crema que sobra con un pañuelo de papel. El descanso. Proporcionar al organismo el descanso que necesita es muy importante. Procure dormir al menos 8 horas diarias.