¿Conoces las necesidades de tu cutis? No es lo mismo cuidar una piel reseca que una con exceso de grasa. En función de sus características, te pedirá diferentes mimos. Te damos las claves básicas para acertar y conseguir una piel de seda.
Es fundamental llevar una dieta rica en nutrientes y vitaminas, beber al menos dos litros de agua al día (ya que tan importante es hidratar la piel por dentro como por fuera), tener cuidado con determinados climas -que puedan dañar nuestra piel- y usar cremas protectoras e hidratantes.
Por las noches, antes de acostarse, no olvides realizar una limpieza facial aplicando una leche limpiadora específica para pieles secas y luego una crema nutritiva e hidratante.
Hay que evitar el jabón de tocador, el agua muy caliente y los cosméticos irritantes, y optar por leches limpiadoras y cremas hidratantes untuosas, que debes aplicar tanto por la mañana como por la noche.
No recurras a la exfoliación más de una vez por semana, insistiendo sólo en las zonas más problemáticas, como nariz o barbilla, y evitando el contorno de los ojos y las mejillas.
Deberás buscar productos de tratamiento que, siendo suaves, no produzcan impurezas. Los encontrarás de marcas como Avène y La Roche Posay, (de venta en farmacias), que ofrecen productos hipoalergénicos pero también fluidos, libres de aceites.
No basta con usar cremas para pieles sensibles: el mismo cuidado hay que tener con los desmaquilladores y los productos de maquillaje. Es mejor usar gamas hipoalergénicas y renunciar a tratamientos agresivos, como exfoliaciones o peelings muy fuertes.
Es fundamental realizar una limpieza escrupulosa de la piel tanto al despertar como antes de acostarse, para eliminar el sebo. No siempre es necesario usar una crema hidratante, menos aún en todo el rostro. Para comprobar cuáles son las zonas necesitadas de cuidados, estudia el aspecto de tu cutis al despertar: las áreas que brillen y se sientan frescas deben evitar cualquier producto, limitándose sólo a aquellas que se ven secas y tirantes.
No está de más utilizar una mascarilla limpiadora o desincrustante dos veces por semana. Intenta usar limpiadoras al agua o específicas para piel grasa, que contribuyen a eliminar mejor el exceso de sebo y las impurezas. Es importante exfoliar el rostro una vez por semana o bien usar un tónico exfoliante, como aquellos a base de ácido salicílico, que impiden la acumulación de suciedad en los poros y, con ello, la aparición de puntos negros.
Por último, no olvides usar bases de maquillaje oil free o libres de aceite, incluso si en invierno recurres a bases muy untuosas. En vez de polvos, utiliza los papeles matificantes para acabar con los indeseados brillos.
El problema de la piel mixta es muy frecuente, así como la aparición de brillos. En primer lugar, trata la piel mixta de forma diferenciada, sin aplicar hidratante en las zonas grasas (frente, nariz y barbilla). Si sufres de la aparición de puntos negros o impurezas en esa "zona T", puedes extender una crema con ácidos sólo en ella. Una vez a la semana, no está de más usar un strip limpiador de puntos negros de la nariz.
Existen bases de maquillaje específicas para pieles mixtas (es decir, que presentan áreas grasas con otras secas), pero cuando la zona T es muy grasa, a veces no basta con esas fórmulas y se necesita disimular el exceso de sebo de raíz con un pequeño extra, sólo sobre la zona con problemas.
Y tú, ¿cómo cuidas tu piel? ¿Qué tipo de cutis tienes? OPINA EN NUESTRO FORO