Es muy repetitivo decirlo, pero exfoliar antes es una de las claves para un resultado uniforme.
¿Novata en la aplicación de este producto? Lo mejor es aplicar media hora antes un poco de hidratante, que deja un color más suave y por tanto, hace que posibles errores sean más inapreciables.
Si queda a manchas, lo mejor es exfoliar con frecuencia para acelerar la desaparición del color.
La depilación debe hacerse al menos 24 horas antes. Cuando se realiza posteriormente, el color dura poco.
Impurezas y puntos negros pueden hacerse más visibles con autobronceador. Conviene usar antes una mascarilla purificante.
En el cuerpo conviene dividir las toallitas autobronceadoras en dos y usar una mitad en cada lado del cuerpo, para una aplicación más uniforme. Para el rostro, suele bastar con sólo media toallita.
Hasta el mejor autobronceador reseca un poco la piel. Usar mucha crema y una fórmula muy hidratante lo contrarresta y prolonga la duración del color.
Para acelerar la desaparición de manchas o errores lo mejor es exfoliar a fondo. Eso contribuye a eliminar más rápidamente las células de la capa córnea, que son las "coloreadas". Y si no... paciencia, ¡a los tres días desaparecerá igualmente!
Bronceado naturalmente falso Ya no son una novedad propiamente dicha, pero ahora han ¡eclosionado! Las hidratantes con acción de autobronceado gradual son la solución perfecta para perder el tono desvaído del invierno. Hay fórmulas para todos los gustos, ¡y todas eficaces! Muchas marcas tienen fórmulas que, a partir del tercer día, dan un aire más bronceado a la piel de cara y cuerpo. ¡Y sin peligro de manchas!
Efecto "buena cara" Lucir un tono dorado nunca había sido tan fácil. La última generación de geles con color aportan un toque bronce a la vez que hidratación.
Los geles se pueden usar tanto sobre la piel limpia como mezclados con la base de maquillaje habitual.
Para el efecto más natural, nada como extender una gotita de producto en el centro de la frente; otra, en el centro de la nariz (¡sin llevarlo hasta la punta!); dos en lo más alto de los pómulos y un quinto en la barbilla, y desde allí, extenderlo, centrándose en las zonas más altas del rostro.
Para un bronceado más intenso, es mejor extender el producto por todo el rostro y luego, añadir un toque extra siguiendo el proceso anterior.
No hay que olvidarse del cuello y la mandíbula para evitar líneas de demarcación visibles.
Muchos de estos productos contienen gran cantidad de partículas irisadas, que pueden "instalarse" en las arrugas. Si se tienen ya algunas arruguitas, es mejor reservarlos para la noche u optar por fórmulas mates, de aspecto más natural.
Para las pieles muy claras y pálidas, Ellis Faas, maquilladora de Biotherm, aconseja usar un lápiz de labios marrón suave para dar toques de color, ya que los geles bronceadores son demasiado oscuros para estos cutis.