Conocemos mucho sobre los efectos del sol en la piel. Que produce arrugas, manchas y cáncer de piel, pero... ¿podemos ir algo más allá a la hora de saberlo todo sobre él?
Una vez bronceada, ¿se puede renunciar a la protección? No. El ansiado moreno es uno de los mecanismos cutáneos para protegerse de la radiación solar, pero no basta. Los melanocitos forman una pantalla oscura (el bronceado) que nos aísla de uno de los peligros: el eritema solar o quemadura, provocados por los rayos UVB. Pero no nos logra proteger de los daños, más insidiosos y sibilinos, que causan los rayos UVA, que en silencio y sin que nos demos cuenta, llegan a las capas más profundas de la piel y hacen trizas el colágeno y la elastina.
El sol, ¿acaso no es imprescindible para la síntesis de la vitamina D? Si - pero con poco, basta. ¡Mala noticia para quien lo usaba de excusa para tumbarse en la playa cual kamikaze de los rayos ultravioleta! Basta con el sol que recibimos en rostro, escote y manos durante un paseo de diez minutos en un día medianamente soleado para activar ese mecanismo de síntesis.
¿Toda la radiación solar que nos llega es radiación ultravioleta? No. ¡En absoluto! El 95% de la radiación que nos llega está compuesta por la luz visible y por rayos infrarrojos, y sólo el 5% restante es radiación ultravioleta. De ella, los UVA representan el 98%, y los UVB, el 2% restante.
¿Es más peligrosa la radiación UVB que la UVA? No. Ambas radiaciones son igual de nocivas, aunque los UVA pasen más desapercibidos. Hasta ahora, se había prestado más atención a los UVB por ser de una intensidad de 30 a 50 veces superior a los UVA y por ser los causantes, directos y visibles, de las quemaduras. Pero la radiación UVA, aún siendo menos intensa, se encuentra en mayor cantidad y de forma presente a lo largo de todo el día. Pero la UVB nos alerta más fácilmente: sentimos más su calor, y sabemos que a mediodía es mucho más agresiva. Ambas radiaciones son igual de nocivas, aunque los UVA pasen más desapercibidos.
¿Qué tipo de radiación provoca el cáncer de piel? Ambas. Tanto los UVA como los UVB pueden dañar el ADN. Pero dado que los UVB llegan más directamente al ADN, éstos están más implicados (en un 65%) de los casos en la aparición de cánceres cutáneos. Lo cual no quiere decir que los UVA sean inocuos: otro tercio de los casos están provocados por ellos, siendo los más peligrosos los UVA de onda corta, de 320 a 340 nm.
¿Sólo hay que protegerse de los rayos ultravioletas? No. Son los más peligrosos para la piel, pero no los únicos. Los infrarrojos (IR) parecen estar también implicados en el fotoenvejecimiento, y además, son la causa de las insolaciones, tan peligrosas sobre todo en niños y personas mayores.
¿Existen los productos pantalla total? No. No existe ningún cosmético solar que proteja al 100% de los rayos solares. De hecho, la Comisión Europea pide que este término no se utilice por resultar engañoso y dar la impresión de que pone totalmente a salvo del sol.
¿Qué quiere decir que un protector tiene un índice 50 +? Los dermatólogos consideran que un factor de protección 90, por ejemplo, no es más eficaz que un 50. Por tanto, la Comisión Europea recomienda que a partir del IP 50, no se especifique número y se hable tan sólo de 50 +.
¿Qué se considera una protección solar baja? Desde el punto de vista legislativo, como "bajos" se consideran los índices 2, 4 y 6. Los IP 8, 10 y 12 se considera una protección media; los 15, 20 y 25, alta; y los 30, 40 y 50, muy alta. De 50 en adelante, se considera ultra.
¿Por qué el sol provoca herpes? El sol disminuye las defensas al alterar el funcionamiento de las células de Langerhans. Por eso, no está recomendado para quien sufra de cualquier problema del sistema inmunológico (por ejemplo, está totalmente desaconsejado durante tratamientos de quimioterapia), y es también la razón por las que pasar varias horas bajo sus rayos deja con ese cansancio y amodorramiento tan particular de los baños de sol. Y dado que el herpes aflora cuando, por cualquier motivo, bajan las defensas (cansancio, catarro, estrés), el sol se convierte en una de esas provocaciones.
¿Cómo se puede saber cuál es el nivel de protección anti-UVA de los solares? Por desgracia, aún no existen tests ni clasificaciones estandarizadas para los UVA, como sucede con la protección UVB, lo que complica la vida al consumidor. Algunas marcas lo indican con el signo "+": a mayor número de "+" (el máximo son tres), mayor protección.
¿Sirve de algo añadir antioxidantes a los protectores? Si. No porque contengan filtros, sino porque se ha demostrado que dos de los antioxidantes más populares (la vitamina E y C) no sólo combaten los radicales libres provocados por el sol, sino que además reducen el número de células de la epidermis que muestran una alteración de su núcleo.