Cuando la piel está severamente seca, se puede tratar con una doble hidratación. Primero, se aplica un aceite corporal sobre la piel ligeramente húmeda de la ducha, y posteriormente, una vez haya penetrado, se hace una segunda aplicación de una crema hidratante, lo que ayuda a sellar aún más el agua y los lípidos. Eso sí, para qué nos vamos a engañar: ¡hay que esperar un buen rato antes de poder vestirse!
Para alargar la vida del color, se puede hacer una mezcla a partes iguales de after sun o de hidratante con autobronceador, lo que da un suave tono. Eso sí, después hay que lavarse las manos a conciencia.
No sólo conviene aplicarse crema tras la ducha: la noche, antes de acostarse, es un momento espléndido para hacerlo porque así se aprovecha la capacidad de regeneración de la piel.
Es conveniente usar after sun tras la exposición solar en vez de una hidratante, puesto que contienen activos reparadores, pero para una nutrición más intensa, es mejor recurrir a cremas relipidizantes o reafirmantes, con activos más ricos.
Más vale prevenir
Los alimentos ricos en betacaroteno (zanahoria, remolacha, páprika) potencian el tono dorado del bronceado.
Los complementos nutricionales específicos para el bronceado ayudan a preparar la piel, especialmente si se toman desde al menos dos semanas antes de las primeras exposiciones al sol.
La hidratación interna es tan o más importante que la externa. No olvide beber al menos dos litros de agua al día, a ser posible entre comidas. Opte preferentemente por alimentos ricos en agua, como frutas y verduras.
Los rayos ultravioletas provocan una reacción de oxidación celular que puede ayudar a combatir con una dieta rica en antioxidantes como la vitamina E (mantequilla, aceites vegetales, frutos secos); la vitamina C (grosellas, guayaba, fresas, kiwis, pimientos, cítricos); el licopeno (presente en el tomate frito o cocido) o los taninos (vino tinto, té blanco, té verde).
Reglas de aplicación
Generosa. Al menos veinte minutos antes de la exposición solar, hace falta extender una capa bien generosa de protector sobre la piel. Sólo así se asegura su total eficacia.
Exhaustiva. Cuidado con olvidarse siquiera de una sola esquinita del cuerpo: hay que extender el producto hasta bajo la ropa de baño, prestando especial atención a los pies (¡incluso entre los dedos!), las manos, los hombros, la nariz y las orejas.
Repetitiva. Hace falta reaplicar producto tras cada chapuzón largo o cada dos horas para asegurarse una protección total durante toda la exposición.
Diccionario de términos
'Waterproof' o a prueba de agua. Indica que la capacidad de protección del solar se mantiene hasta pasados 80 minutos en el agua.
Water resistant o resistente al agua. La protección se mantiene hasta 40 minutos de inmersión.
Resistente al sudor o sweatproof. La fórmula no se altera ni desaparece con el sudor, aguantando 40 minutos de transpiración abundante. Son muy recomendables para los deportes al aire libre.
Amplio espectro. Solares que protegen de la radiación UVB, causante del eritema o enrojecimiento, así como de los hasta hace poco más desatendidos rayos UVA.
No comedogénico. Que no causa comedones ni granitos.
Libre de PABA. No contiene filtros solares del tipo PABA que, siendo muy eficaces, pueden causar problemas de alergia en pieles sensibles.