Hasta hace apenas veinte años, las cremas se basaban en activos hidratantes oclusivos como la vaselina. Son muy grasos y forman una barrera muy compacta sobre la piel, evitando que pierda agua al cubrirla con una capa impermeable. Sin embargo, son soluciones muy untuosas que ahogan' a la piel, impidiendo que desarrolle otras funciones.
En la década de los 90 aparecieron los activos que no sólo impedían la pérdida insensible de agua, sino que eran capaces de captarla del exterior. Además de frenar la evaporación, aportaban agua extra. Activos como el ácido hialurónico o las ceramidas, obtenidos por complejos procesos de biotecnología, daban un nuevo frescor a la tez.
Los avances cosmetológicos más recientes se basan en activos que actúan como mensajeros químicos, capaces de estimular a la piel para que produzca por si misma aquello que le hace falta y así reestablecer su equilibrio desde el interior. Son productos tecnológicamente muy sofisticados y precisos.
Los grandes éxitos de la hidratación La Doctora Jeanine Downey es una de las estrellas de la dermatología en los Estados Unidos. Por eso le pedimos que escogiera tres de sus activos hidratantes favoritos:
- La urea, capaz de suavizar y actuar en profundidad hasta en las zonas más rugosas, como codos, rodillas o tobillos.
- El ácido hialurónico, que capta el agua como el imán atrae a los metales.
- El petrolatum o vaselina, un clásico altamente eficaz para zonas como los labios, que se deshidratan con facilidad.
Diferentes tipos de sequía cutánea
El Doctor David Orentreich, dermatólogo, aclara dos conceptos que a menudo se confunden:
- La piel seca es aquella a la que le falta agua debido a factores internos biológicos y/o genéticos. Al producir poco sebo natural, tiene un sistema de impermeabilización deficiente que hace que pierda agua con facilidad. El problema empeora con el paso del tiempo o en condiciones extremas.
- La piel deshidratada es aquella que está sedienta por causas externas, como por ejemplo un clima seco, un tratamiento cosmético muy agresivo (que rompe la función barrera) o la ingesta insuficiente de líquido. Puede darse a cualquier edad, incluso en cutis naturalmente grasos.
El agua termal: manantiales envasados
Todas y cada una de las cremas de tratamiento del mundo está compuesta en un altísimo porcentaje por agua. Por tanto, es lógico deducir que el tipo de agua que se incluya tiene una gran importancia en su eficacia. De ahí la proliferación de líneas de cosmética basadas en la inclusión de diferentes aguas termales, ricas en minerales y oligoelementos muy apreciados en el cuidado de las pieles sensibles.