Radiofrecuencia: el lifting del siglo XXI

El procedimiento Thermacool o de radiofrecuencia no ablativa es un tratamiento no invasivo (no se corta ni se abre la piel) que reafirma la piel desde el interior. Su principal ventaja es que no deja cicatriz alguna y que el periodo de recuperación es inmediato.

Por hola.com

La sensación va desde una sencilla percepción de calor a cierto dolor, y los efectos secundarios pueden ser inapreciables o bien un ligero enrojecimiento hasta, en casos más raros, alguna ampolla ocasional. Como explica la Dra. Elvira Ródenas, una de las profesionales más expertas en radiofrecuencia de nuestro país, "la experiencia no está enseñando como reducir esos efectos secundarios, y ahora mismo, el procedimiento es prácticamente indoloro". El tratamiento lleva entre media y una hora de tiempo, si bien a veces hace falta otro intervalo similar para que haga efecto la pomada anestésica. La Dra. Pilar Rodrigo aclara: "la gran ventaja es que se puede continuar con una vida social normal inmediatamente después del tratamiento".

En qué consiste
El aparato de radiofrecuencia se basa en un cabezal, similar en su forma al de un scanner de un supermercado, capaz de transmitir una alta dosis de energía de forma controlada. Gracias a un filtro especial, se calientan tan sólo la dermis y el tejido subcutáneo, que llegan a 60º, mientras que la epidermis, es decir, la capa superior, se mantienen a temperatura normal gracias a un sistema de enfriamiento, que evita que se queme.
Con cada aplicación de energía, se logra calentar un gran volumen de colágeno, y este calentamiento profundo y uniforme tiene dos efectos. De forma inmediata, el colágeno se contrae y se engrosa, lo que se traduce en una piel más firme visible al momento. Pero el verdadero efecto positivo de la radiofrecuencia es que además se estimula la creación de colágeno nuevo, un proceso gradual que se observa en un plazo de dos a cuatro meses y que es el verdadero responsable de ese "efecto lifting".

A quién le conviene
Al no dejar cicatriz ni requerir anestesia, la radiofrecuencia es un tratamiento apto para todas las edades, tanto para hombres como para mujeres. Sin embargo, mientras que en unos casos los resultados son sencillamente espectaculares, con una reafirmación más que notable, hay otros en que el progreso es mucho menos apreciable. No se sabe muy bien la razón, pero parece que depende del estado de la piel.
Por ahora, los mejores resultados se están dando en personas con un grado de laxitud de la piel moderada (entre los 30 y 45 años) y en hombres, aunque la respuesta es individual. Generalmente, basta una sesión, pero se puede repetir el tratamiento una vez respetado un plazo de entre cuatro y cinco meses.

Zonas de aplicación
Inicialmente se usaba tan sólo en el rostro y en el cuello (es excelente para reafirmar esta área), pero a medida que se conoce mejor el procedimiento, se está empezando a utilizar también en zonas difíciles de reafirmar como la cara interna de los brazos, de los muslos, el abdomen y el pecho. De nuevo, la doctora Elvira Ródenas alaba el sistema. "Los resultados son muy prometedores, más aún teniendo en cuenta que hasta ahora era imposible reafirmar la cara interna de brazos y muslos sin dejar una cicatriz enorme, algo que se evita".
Conocer mejor los secretos de la radiofrecuencia está llevando también a mejoras casi a la medida, aplicándola por ejemplo tan sólo alrededor de los ojos. Gracias al efecto de estiramiento interno, con eso se consigue animar y rejuvenecer la mirada sin necesidad de cirugía.

Efectos a largo plazo
Al ser un tratamiento aún novedoso, lo cierto es que no se sabe con exactitud cuales son las consecuencias si se repiten muchos tratamientos. Por ahora, parece que los resultados duran aproximadamente dos años, y los primeros estudios parecen indicar que si se realizara en exceso, podría darse una cierta caída de los rasgos porque la energía también puede fundir las células grasas, lo que podría solucionarse con rellenos de esta misma sustancia, pero por ahora, no se ha comprobado otro tipo de efectos secundarios. Tiene la ventaja de poder hacerse en todo tipo de piel, a diferencia del láser, que no se recomienda para fototipos más oscuros, y no requiere protección solar especial.