Este tipo de cápsulas no son excesivamente eficaces para los casos de alopecia androgenética, la más predominante en los hombres, pero si son una buena ayuda para la pérdida de cabello causada por la edad, el estrés, una mala alimentación o la época del año. Además de ralentizar la caída, mejoran el cabello existente, haciendo que nazca más fuerte desde la raíz. Por eso tardan en verse sus efectos: no actúan sobre el cabello ya existente, sino nutriendo aquel que está naciendo. Sus activos más frecuentes son:
Vitaminas del grupo B. Favorecen el buen estado tanto de la fibra capilar como de las uñas al mejorar la síntesis de queratina, de la que está compuesta el cabello. Extracto de calabaza. Regulan la producción de sebo, que a veces ahoga el folículo piloso. Algunas de sus formas inhiben la actividad de la 5 - alfa reductasa, una de las enzimas causantes de la caída del cabello. Aminoácidos esenciales. Sobre todo, la L-Cistina y la L-Metionina, que aumentan el diámetro del cabello. Zinc. Oligoelemento cuya carencia provoca caída y ruptura del cabello, e importante para la formación de queratina. Taurina. Un aminoácido esencial en la formación del cabello, al que aporta grosor y fuerza.