Para ser sinceros, la única solución eficaz es meterle la tijera: una punta abierta está rota, y no se puede reparar. Lo que es factible es hacer un pequeño apaño para sellarlas temporalmente y evitar que se abran aún más.
¿El secreto? Productos que hidraten y, en cierta forma, "peguen" esos extremos, al menos durante uno o dos días. Además, el acondicionador se hace ¡imprescindible!
No olvides: Que quede claro que esto no es más que un truco temporal: sanear ocasionalmente el cabello es, sencillamente, imprescindible.
Puntas más oscuras que el tinte
Un caso frecuente en los casos de coloración casera. La razón es que las puntas, más porosas, absorben más color que la raíz. Evitarlo es fácil y además, protege el cabello. A la hora de extender el tinte, hay que aplicarlo primero sólo en raíces y medios, y sólo diez minutos antes de finalizar el tiempo de exposición, llevarlo hasta puntas.
El secretillo de profesional: Algunas marcas contienen protectores que se aplican antes del tinte para evitar este efecto.
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