La radiación ultravioleta afecta la fibra capilar ¡y cómo! En primer lugar, la deshidrata, un efecto que puede ser bienvenido en los cabellos grasos pero dramático en el pelo seco.
Este tipo de cabello debe recurrir a protectores solares nutritivos que aporten agentes acondicionadores para compensar esa deshidratación. Un buen truco es aprovechar el calor del sol, que abre la cutícula del pelo, para aplicarse una mascarilla hidratante y dejarla actuar durante varias horas. Para casos más desesperados, nada como un baño de aceite de oliva, que nutre de forma aún más intensiva, aunque después toca lavarse el pelo con cuidado para eliminar todos los restos de grasa.
Precauciones básicas: áreas de peligro
El cabello mojado es especialmente frágil.Mucho cuidado con los tirones o cualquier tratamiento brusco. Cuando está húmedo, la queratina del pelo pierde resistencia, y se rompe con mucha más facilidad que cuando está seco.
Para evitar enredos innecesarios, se puede incluir en el neceser de playa un acondicionador sin aclarado, que ayuda a peinar hasta el cabello más enmarañado, o bien usar de forma pródiga cualquier tipo de protector capilar solar emoliente. Y nada de peines de púa fina ni cepillos de cerdas: es mejor usar un peine de púas anchas, separadas y con las puntas redondas.
La importancia de aclarar a fondo
Una vez se sale del agua, sea de la piscina o del mar, no está de más aclarar el cabello con agua dulce. En el primer caso, para eliminar restos de cloro. En el segundo, para liberar el pelo de salitre. Ambos pueden depositarse sobre la cutícula, más cuanto más poroso o castigado esté el cabello. Por la misma razón conviene lavarlo al regresar a casa. No hacen falta grandes alharacas, sino mojar primero bien el cabello, emulsionar algo de champú suave entre las manos y asegurarse que se reparte por toda la cabellera, limpiando a fondo.
Aire fresco
Cuidado con llevar siempre gorra sobre el pelo mojado. No conviene que la raíz permanezca húmeda mucho tiempo o de forma constante. Es importante que el cabello se seque al aire libre. Una vez que esté libre de agua, no hay problema en llevar gorro cuanto tiempo quiera.
¿Cómo evitar el pelo verde?
Suena raro, pero más de una rubia o canosa se ha llevado la desagradable sorpresa de pagar los días de piscina con el pelo verde, en un acidulado color Shrek. La razón estriba en la reacción que las sales minerales de cloro provocan cuando se depositan sobre el cabello claro.
Además del consabido gorro, existen algunos trucos para poner freno a tan antipático fenómeno. Por ejemplo, conviene empapar el pelo con agua sin cloro antes de zambullirse: ya mojado, el cabello no absorbe tanto el agua de la piscina. Además, es imprescindible aplicar cualquier gel o aceite protector del pelo, que formará una capa aislante que limitará aún más la absorción del cloro.
Al salir, es imprescindible aclarar a fondo con agua dulce. Y en el lavado, no está de más usar un champú de arrastre, que aunque deja el cabello algo más seco, sirve para expulsar del pelo el cloro que haya podido quedar.