No todas las caídas son iguales, de hecho se distinguen dos grandes tipos de caída. Por un lado, las llamadas caídas reaccionales, que son repentinas y difusas, pues se pierde el pelo de toda la cabellera por igual. Se deben a factores como el estrés; el maltrato capilar (coletas muy tirantes, tintes o permanentes agresivos, abuso de secador); malnutrición; enfermedades o infecciones o cambios estacionales.
Por otro lado están las caídas de origen hormonal, que es la más frecuente en los hombres y que también puede darse en mujeres, especialmente en aquellas con un nivel de andrógenos alto. En estos casos, lo mejor es solucionar el problema de base con el médico de cabecera.
MÁS VALE PREVENIR
Mantener las buenas costumbres ayuda a mantener una cabellera sana.
¡NO TE ASUSTES! ES NORMAL PERDER PELO...
Complementos fortalecedores: ¿sirven para algo?
Son muy útiles, pero que nadie espere soluciones inmediatas: los complementos alimentarios para fortalecer el cabello actúan sobre la raíz, por lo que se tarda entre dos y tres meses en ver los resultados en el tallo, la parte que está en el exterior. Mejor nutrido, el cabello se fortalece, creando una cabellera de aspecto más vigoroso. Eso sí, conviene ser constante para mantener los resultados.
¡AUXILIO, ME SALEN CALVAS!
Cada vez es más frecuente la aparición de alopecia areata, placas totalmente redondas de calvicie que pueden ser pequeñitas como una moneda o cubrir grandes áreas y afectar casi toda la cabeza. Los médicos desconocen su origen exacto, pero se sabe que están directamente relacionadas con el estrés. Si éste es puntual, el remedio son complementos orales y tónicos anticaída para potenciar la regeneración del cabello, así como técnicas de relajación. En caso de que el problema sea tener una personalidad que tiende al estrés o que maneja mal la vida diaria, cronificando esa angustia, puede considerarse la posibilidad de terapia psicológica para poder enfrentarse mejor a las tensiones. TERAPIA GENÉTICA
Recientemente, la ciencia médica ha dado un paso de gigante para combatir la calvicie al descubrir y aislar el llamado gen Hairless (literalmente, sin pelo), cuyas mutaciones causan la alopecia universal, la más grave pues implica la pérdida del pelo, cejas y pestañas y hasta el vello. Activando ese gen, se ha conseguido regenerar los folículos pilosos y que volviera a crecer el pelo. Claro que todo esto ha pasado por ahora sólo en ratones, y aún quedan unos años para que estos descubrimientos se puedan aplicar a los humanos.