¿Pelo corto? Libertad de acción Uno de los inconvenientes de llevar el pelo corto es que requiere pasar por la peluquería con frecuencia para refrescar el corte y darle forma, pero exceptuando ese peaje, lo demás son todo facilidades. El sol no es una excepción.
Dado que se corta y renueva con frecuencia, el pelo corto resiste mejor hasta los tintes más extremos. Por eso acepta de mejor grado posibles virajes de color.
Los protectores solares de efecto mojado o con acción gomina cumplen una doble función: por un lado, cuidan. Por otro, dan forma al peinado.
Para dar un aire más sofisticado al pelo corto en las noches de verano, nada como alisarlo con un producto de efecto mojado y adornarlo con un prendedor o una flor natural. ¿Lo más nuevo? Aplicar aceite con reflejos dorados.
Con el pelo corto hay que extremar la protección solar en la nuca, detrás de la oreja e incluso en el cuero cabelludo, que queda más descubierto.
Cabello por los hombros: mantener las formas Uno de los largos más populares en nuestro país, se caracteriza por requerir a menudo un considerable esfuerzo de secador para conseguir el estilo deseado. Es hora de darle un mercedísimo respiro.
Antes de emprender las vacaciones conviene hacer un plan de vacaciones capilar. Corte de puntas, un color que resista bien los envites del sol y cargamento industrial de mascarillas hidratantes.
Un poquito de por favor para el pelo... En verano, ¡nada de secador ni de planchas! Es el momento de potenciar su movimiento natural o de hacer recogidos divertidos. Para marcar más la onda, nada como hacer moñetes con mechones gruesos cuando el pelo está casi seco, pero aún húmedo. Cuando se sueltan, el pelo cae en ondas grandes en un estilo tan desenfadado como actual.
Para proteger el cabello y mantener su forma, lo mejor son sprays o espumas, que ayudan a dar fijación discreta. Conviene aplicarlos más en las puntas, la zona que más se daña, y no excederse en la raíz.
Melenas al sol: cuidados extremos Si algo caracteriza al pelo largo es que es mayor. Si, como suena: el pelo de las puntas es mucho más anciano que el de la raíz. Y por tanto, carga con las lógicas consecuencias de la edad... Por ello requiere muchos mimos adicionales.
Paradójicamente, el agresivo sol puede ser una herramienta de cuidado capilar. Dado que su calor abre la cutícula y permite que penetren mejor los tratamientos reparadores, nunca está de más bajar a la playa con una mascarilla hidratante para aplicarla durante las horas de tumbona y dejarla actuar en profundidad.
Los aceites son un gran elemento hidratante, pero no deben aplicarse en la raíz, sino preferentemente en medios y puntas.
Si hay que hacer retoques de color durante el verano, lo mejor es aplicar el tinte sólo en la raíz, y 5 minutos antes de que finalice su tiempo de exposición, llevarlo a medios y puntas.
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