Quizás alguien se acuerde de Rosaura, esa gigantesca muñeca a la que no había más que tirar del pelo para que le saliera una hermosa melena. Bien, pues algo similar está pasando entre no pocas caras conocidas, que de la mañana a la noche pasan de lucir un cabello corto a presumir de melena impresionante. ¿Milagro? En absoluto.
El ritmo de crecimiento del cabello es de 1 cm. al mes, milímetro arriba, milímetro abajo, y poco - más bien nada - se puede hacer para que vaya mucho más deprisa. El secreto está en las extensiones.
Añadir más pelo al propio cabello es casi tan antiguo como la Humanidad, pero desde las pelucas de los egipcios hasta los antiguos peluquines y bisoñés de los años 50, ningún sistema había resultado lo bastante natural como para dar el pego.
Las primeras extensiones, que iban "cosidas" o trenzadas a la raíz del cabello daban un buen resultado estético inicial, pero después creaban problemas debido a que el sistema usado para unirlas al pelo resultaba demasiado agresivo, y había problemas para retirarlas y volverlas a poner.
¿El secreto? La queratina
El cambio definitivo llegó con las extensiones pegadas mediante queratina, es decir, la sustancia de la que está hecho el propio cabello. Aplicando algo de calor, la queratina se funde, como la cera, permitiendo la unión de un mechón de cabello a la raíz de pelo natural. Al enfriarse, éste queda pegado y dura así hasta su retirada, de cuatro a seis meses más tarde. Además, al estar hechas de pelo natural, las extensiones se pueden teñir, rizar y cortar a la medida.
Desde esas primeras extensiones, que llegaron a mediados de los 90, ha habido innovaciones técnicas. Por ejemplo, las extensiones por ultrasonidos, que permiten soldar la queratina en frío, consiguiendo un punto de unión técnico. Y más recientes, las extensiones ultrarrápidas, que en vez de soldar los mechones uno a uno, lo hacen de cinco en cinco.
Instrucciones de uso
Más detalles nos proporciona Jana Vecina, experta en esta técnica. "Antes de poner las extensiones hay que visitar el salón para hacer un diagnóstico previo", afirma. "Escogemos el color, cantidad y longitud, se encargan, y de 24 a 48 horas más tarde, se pueden colocar. El proceso lleva entre dos y cinco horas, dependiendo tanto de la cantidad como de los otros tratamientos (corte, color, etc.) que puedan hacerse. A las seis semanas, recomendamos una visita de revisión que se incluye en el precio, pues suelen caerse algunas que se pueden reponer, pero hecho este retoque, las extensiones duran impecables de cuatro a seis meses".
Duración
A partir del cuarto - quinto mes, el crecimiento natural del cabello hace que se vaya desplazando el punto de unión de queratina y resulte visible, por lo que hay que cambiarlas. Llegado este punto, todos los expertos nos avisan también de los primeros en ofrecer extensiones: "¡Resultan totalmente adictivas!
Una vez que la mujer se ve con un pelo tan abundante, no quiere volver al estado anterior, por lo que la práctica mayoría se las retira y vuelve a colocar el mismo día". Eso sí, la pena es que las extensiones no son reciclables: hay que comenzar el proceso de cero y pagar unas totalmente nuevas.