La aparición de cabello blanco es un fenómeno común a todos los colores de pelo, pero, lógicamente, y por el contraste, resulta mucho más notoria en los más oscuros. Para disimularlas hace falta recurrir a la magia de los productos de coloración.
Las primeras canas, que a menudo aparecen concentradas en un solo sitio, generalmente las sienes, se pueden ocultar con una coloración no permanente. Estas desaparecen gradualmente con los lavados (por lo que no dejan raíz) y aportan mucho brillo. Luis Miguel Vecina, director de servicios técnicos de los salones Camille Albane propone una alternativa natural: la coloración con henna, especialmente favorecedora en los tonos caoba.
Cuando hay alrededor de un 50% de canas ya hace falta pasar a una coloración permanente. Para preservar el brillo del pelo recién teñido, conviene usar siempre champús específicos para cabello coloreado, y dedicarle atenciones especiales tales como mascarillas hidratantes.
El cabello totalmente blanco requiere una coloración permanente que garantice una cobertura completa.