Todo el mundo ha cedido a la tentación de tumbarse en la playa o en el campo y disfrutar de los rayos de sol sobre su piel. Una costumbre placentera y muy relajante que, sin embargo, también tiene su lado negativo y es que no son pocos los que han sufrido los efectos nocivos del sol en la piel tras una exposición sin protección. Como cada verano, los expertos insisten en la necesidad de broncearse de manera responsable. La firma Clinique resume las 12 claves para lucir moreno este verano sin riesgos para nuestra salud.
En primer lugar, es fundamental conocer el tipo de piel: hay que estar seguros de la tolerancia y resistencia al sol. pulse aquí si quiere saber cuál es su fototipo Los expertos insisten en que hay que utilizar un protector solar adecuado a cada tipo de piel: nunca por debajo del SPF15 en los primeros días de exposición. Tal vez en alguna ocasión se ha dado cuenta de que tenía que aplicarse el protector una vez que ya estaba al sol. No olvide aplicarlo antes de la exposición. Hay que broncearse progresivamente: evite las exposiciones excesivas y continuadas. Las exposiciones al principio han de ser reducidas: conviene tomar el sol poco a poco. Si hay que tener cuidado siempre, hay que prestar especial precaución en las horas del mediodía: sobre todo entre las 11 y las 15 horas. Evitar el uso de fragancias y desodorantes: pueden producir alergias. Los sombreros, la ropa adecuada y las gafas de sol son indispensables en estos meses de verano. Hay que extremar las precauciones con niños, ancianos y enfermos, los más vulnerables a los efectos nocivos de las radiaciones solares. No olvide que hay que renovar el protector de forma periódica. Volver a aplicar el producto cada cierto tiempo y siempre tras el baño. Dedicar atención a las zonas sensibles: rostro, nariz, párpados, labios, escote y pecho. ¿Y después del sol? Una buena hidratación se convierte en nuestra mejor aliada.