Para muchas personas pueden convertirse en uno de sus mayores problemas estéticos: sus ojos lucen unas antiestéticas bolsas, que reducen la belleza natural de su mirada. Su aparición puede deberse a múltiples causas: el propio envejecimiento, herencia familiar, cansancio...
Pero una vez que se sabe que el problema está ahí, la mayor preocupación es conseguir aliviarlo. Y, sin duda, una de las claves es la alimentación: seguir una dieta sana y equilibrada, costumbre que, además, es beneficiosa para nuestro organismo, puede ayudar a prevenir su aparición y a mejorar su aspecto. Para ello, es importante consumir poca sal (la retención de líquidos es uno de los grandes enemigos de las bolsas), reducir el consumo de grasas saturadas, evitar las bebidas alcohólicas y excitantes y tomar al menos dos litros de agua a diario (preferentemente entre comidas).
Pero existen más recomendaciones que no sólo tienen que ver con la dieta y que pueden serle útiles: mantenga siempre su piel limpia e hidratada, duerma -unas ocho horas- con la cabeza ligeramente elevada para evitar la acumulación de líquidos y, antes de acostarse, realice un minimasaje de drenaje linfático presionando, durante un minuto por ojo, y con movimientos suaves, rítmicos e intermitentes, con la yema del dedo corazón desde el lagrimal hacia el exterior, siguiendo el contorno de la ojera.
Por último, para drenar, reducir bolsas y atenuar ojeras, nada como el viejo truco de cortar dos rodajas de pepino fresco, recién sacado del frigorífico (que no del congelador, ojo), y descansar quince minutos tumbada y relajada con ellas sobre los párpados. Más barato y fácil, imposible.
Además, muchas marcas tienen productos específicos para combatir este problema y para tratar una piel tan sensible como es la del contorno de los ojos. La falta de cuidados se traduce en una piel deshidratada y, por tanto, apergaminada. No hay que olvidar usar una crema en esta zona mucho antes de que aparezca la primera marca de la edad. No pasa nada por usar el tratamiento habitual en el contorno de los ojos, pero es preferible usar un producto específico.
Por último, para los casos más extremos, se puede recurrir a la cirugía, pues mediante una intervención llamada blefaroplastia basada en unas incisiones en el párpado inferior puede corregirse el problema.