La piel del escote es la primera en mostrar las señales de la edad, ya que es extraordinariamente fina y delicada y, aunque está expuesta al exterior tanto tiempo como la de la cara, no le prestamos ni la mitad de atención. Mal hecho, y más ahora que se demuestra que los escotes no son sólo para el verano. Si quiere que luzca espléndido, debe comenzar a mimarlo desde este mismo instante, pues si no cuidamos esta zona como se merece, no tarda en mostrar las primeras manchas y arrugas. Para evitar que vayan a más, es importante recordar, cada mañana y cada noche, que la cara no acaba en la línea de la mandíbula, sino que se extiende por todo el escote. Es decir: tanto limpieza como hidratación deben extenderse hasta el pecho. Y si alguna vez se aplica una mascarilla hidratante, no se olvide del escote: lo agradecerá. Existen productos específicos para esta zona del cuello y el escote.
No basta con eso. Para evitar problemas futuros, debe usar a diario un protector solar de índice 15 como mínimo, incluso si sólo va a salir a pasear a la calle... ¡también en invierno! Y cuando quiera tomar el sol, opte por cremas de índice 30 o superior, ya que esta zona, una vez sensibilizada, reacciona de forma extrema al menor rayito de sol.
Si el problema son esas pequeñas arruguitas triangulares que se concentran en el centro del escote, provocadas muchas veces por un exceso de sol al que hemos sometido a la piel en meses anteriores, es mejor comenzar a usar un producto con retinol, que es quizás el mejor activo para combatir esas señales.
Existen hábitos que marcan aún más las arrugas, como es dormir de lado, especialmente si se tiene mucho pecho, lo que provoca que la zona conocida como "canalillo" quede muy marcada. La solución sería cambiar de postura, pero esto es realmente muy complicado, por lo que más vale disfrutar de un buen descanso que perder sueño por una posible arruguita.
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