Virabhadrasana (I) o postura del guerrero (I)
Gracias a la práctica de esta asana mejorará nuestra circulación y respiración. ¿El resultado? Después de realizarla sentiremos una inyección de energía para poder afrontar el día. Además, fortalece nuestro cuerpo de muchas maneras: hombros, brazos, piernas, tobillos, espalda y consigue que seamos mucho más flexibles.
Este ejercicio tiene tres variantes y consiste en simular los pasos que daría un guerrero para atacar. Con él, lograremos estirar la parte superior del tronco y tonificar piernas y glúteos. Además es buena para ganar equilibrio y corregir la postura, ya que se realiza con la espalda recta. Esta asana también alivia los calambres en las piernas, ya que estira gemelos, y disminuye la grasa en las caderas.
Colócate de pie, toma aire y da un paso largo hacia la izquierda, de modo que las piernas queden separadas aproximadamente a un metro de distancia. Gira 90 grados el pie izquierdo y después mueve ligeramente el derecho (unos 45 grados), gira el tronco para que las caderas y el pie queden en línea. Una vez hecho esto, flexiona la rodilla izquierda y estira los bazos hacia arriba.