El método de Emily Ratajkowski para comer pizza sin engordar
La modelo ha encontrado el equilibrio perfecto para estar en forma sin pasar hambre
Emily Ratajkowski tiene uno de los físicos más admirados de Hollywood. Además de una genética privilegiada, reveló que uno de sus platos favoritos es el uni, una cremosa mezcla hecha a base de las vísceras del erizo de mar muy rica en proteínas y baja en calorías. Aunque su debilidad sea esta delicia marina apta para mantener la línea, no es raro ver a la modelo disfrutando de otros caprichos menos ligeros, como en la última imagen que ha subido a sus redes sociales comiendo un trozo de pizza. Y es que, la estadounidense de origen británico no es amiga de las dietas restrictivas, y ha conseguido encontrar el equilibrio perfecto con el que incluir carbohidratos en sus platos de la forma más saludable.
La modelo asegura en sus redes sociales que adora la pizza, y lo demuestra con una fotografía en la que aparece a punto de dar un mordisco a una porción de esta receta italiana. También ha contado varias veces que le encanta desayunar un bollo llamado kouign-amann a base de harina, mantequilla y azúcar. Sin embargo, en una entrevista que concedió a Byrdie, Ratajkowski admitió que desde hace algunos meses ha cambiado su estilo de vida por completo.
“Me he convertido en una persona adulta y me dije, vale, no puedes estar exhausta todo el tiempo”. Con esta determinación, Emily comenzó a cuidarse más y a practicar el intermittent fasting, un método que consiste en esperar doce horas sin comer desde la cena hasta el desayuno del día siguiente. Existen otras variantes que alargan o acortan el periodo de ayuno, pero la de la modelo es una de las más populares. Gisele Bündchen, Elsa Pataky o Nicole Kidman también son seguidoras de esta técnica. Los expertos explican que a partir de la sexta hora de ayuno, el organismo agota la energía que se ha consumido durante el día y comienza a utilizar aquella almacenada en el hígado para cumplir sus funciones. Además, un reciente estudio demostró que practicar el ayuno intermitente reduce los niveles de la ghrelina, una hormona relacionada con el apetito.
Cristina Romagosa, nutricionista de MediQuo, explica que “el ayuno intermitente aparece hoy como estrategia para luchar contra la obesidad y puede tener efectos beneficiosos, como la mejora de la sensación de saciedad, la reducción de la respuesta insulínica y la inflamación sistémica”. Beneficios que aprovecha la celebrity para darse un capricho de vez en cuando, eso sí, siempre en pequeñas dosis: “Solía ser el tipo de persona que pedía comida mexicana y luego una pizza entera y pensaba, qué más da. Pero no me sentía bien. Ni siquiera me satisfacía, ¿sabes? Me comía la mitad y pensaba, ‘Me tengo que terminar esto’. Así que creo que controlar las porciones, por muy obvio que suene, me ha cambiado la vida”.