Maquillaje natural: los 3 trucos antiedad que aprendimos de Eva González
La modelo conoce bien qué tendencias de belleza le restan años en cuestión de minutos
Eva González es sinónimo de frescura y naturalidad, y su maquillaje ayuda a realzar las facciones permaneciendo fiel a su esencia. Por ello, las bases ligeras que igualan el tono sin tapar los poros y la máscara de pestañas que maximizan la mirada son dos imprescindibles en su ritual de belleza diario. Si a estos dos gestos se le añaden puntos de luz, el resultado es un maquillaje natural que aumenta la jugosidad de la piel y elimina todo rastro de cansancio acumulado en el rostro. Con todo ello se consigue un ‘efecto antiedad’ con el que borrar algunos años en pocos minutos y lo mejor de esta técnica es que es totalmente apta para principiantes y rápida, perfecta para arreglarse por la mañana sin perder minutos frente al espejo.
1. Adiós base de maquillaje
Lo primero es la base de maquillaje que se sustituirá por una BB Cream cuya fórmula más ligera permitirá que los poros se vislumbren a través de ella y, gracias a su acción hidratante, se conseguirá un acabado fresco y jugoso. Para agilizar la aplicación del producto, se pueden utilizar directamente las yemas de los dedos pero si se busca aumentar un poco la cobertura del producto, extenderlo con una esponja de maquillaje mediante suaves toquecitos logrará el propósito.
2. Iluminador adecuado
A continuación, para iluminar la zona de las ojeras solo hay que elegir un tono más claro que el de la BB Cream aplicada por todo el rostro y extenderla bajo los ojos para un acabado luminoso y rejuvenecedor. En caso de tener los párpados enrojecidos por falta de descanso, o las aletas de la nariz, este cosmético también funcionará para contrarrestarlo. Aquellas con piel mixta o a las que le suelen aparecer brillos en la zona ‘T’ – frente, barbilla y nariz – unos polvos compactos mantendrán el exceso de sebo a raya.
3. Pestañas XL
El último truco que logra restar años de forma instantánea es la máscara de pestañas, una suerte de varita mágica que abre la mirada en cuestión de segundos. Este gesto es imprescindible para poner el broche de oro al look ya que enmarca la mirada, intensifica la expresión y esconde el cansancio como pocos. Una capa logrará un look más natural mientras que si se aumenta el número, el nivel de dramatismo crece exponencialmente.