El maquillaje natural de Penélope Cruz, su mejor fórmula 'antiaging'

Pecas marcadas, cobertura ligera y sombra de ojos a juego, la actriz ha encontrado la mejor versión de sí misma

por Mariana Chacón

Penélope Cruz está de enhorabuena, no solo se ha convertido en la primera española embajadora de Chanel (la actriz además será imagen de su campaña para la colección Crucero). También acaba de presentar un proyecto que le hace especial ilusión: su propia colección de joyas en colaboración con Swarovski. En París nos demostró que su idilio con el maquillaje natural continúa y también que la mirada es el rasgo que más le gusta destacar. Eso sí, el resto del rostro permaneció en un segundo plano con una piel de acabado jugoso en la que se podían adivinar las pecas de la actriz, un labial color nude con subtonos rosados que crea el efecto de una boca con más volumen y los pómulos marcados con un toque de colorete en tono melocotón el cual, además de darle un toque frescura a la piel, combina con la sombra de ojos. Una fórmula imbatible para conseguir un look fresco con el que combatir un tono de piel apagado o desigual, pero con un acabado luminoso que favorece a todas las mujeres sin importar su edad, color de ojos o forma de labios.  

Aplicar una sombra de ojos de color marrón a lo largo del pliegue que separa los párpados móvil y fijo, es una técnica que se llama ‘cut crease’ y que se utilizaba mucho en la década de los noventa para dar profundidad a la mirada. Aunque sirve a la perfección a este propósito, se consigue un efecto casi idéntico pero con un aspecto mucho más natural gracias al truco de Penélope: se aplica el blush elegido en las manzanas de las mejillas y se sube ligeramente hacia las sienes para potenciar la ‘elevación’ de los pómulos; después, con un pincel específico para sombras de ojos, se aplica el mismo color sobre el pliegue y el párpado fijo con lo que se logra una coherencia cromática que siempre funciona. En cuanto a la elección del color, el melocotón es un tono universalmente favorecedor, sea cual sea el color de piel o de ojos.

Para completar el maquillaje, la intérprete deja de lado los tonos de labios intensos – anteriormente solía decantarse por carmines o granates para sus eventos o looks de alfombra roja – y se apunta a la tendencia de los nudes, que imitan el color natural de los labios y así consiguen un efecto voluminizador. En cuanto a la mirada, Penélope sustituye los oscuros por apuestas menos dramáticas: con un delineador marrón rodea por completo la línea de agua logrando un resultado mucho más ligero que si hubiera elegido su habitual negro absoluto. Unas capas de máscara de pestañas es el último paso para rejuvenecer por completo cualquier mirada gracias a su espectacular poder de abrir la forma de los ojos en pocos segundos.