Su belleza natural se lo pone fácil a los maquilladores. Y es que si de algo puede presumir Blake Lively en cada una de sus apariciones es de una piel impecable. Solo con eso tiene mucho ganado, pero los expertos que se encargan de sus beauty looks saben cómo sacarle aún más partido y tienen sus pequeños trucos para que su tez desprenda aún más luz. Así, su maquillador Kristofer Buckle desvelaba un sencillo truco al que recurre cuando aplica el colorete, en concreto sobre la zona donde lo reparte con la brocha: no se queda tan solo en el área de las mejillas, donde seguro que tú aplicas ese punto de rubor, sino que lo hace también en la zona de debajo del ojo. Ahí está una de las claves para que la actriz, que vuelve a estar radiante tras recuperar su figura después de sus segundo embarazo, deslumbrara en una de sus últimas apariciones.
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“Es un buen truco, porque el rubor realmente se usa para simular la apariencia de la sangre en la superficie de la piel, y cuando se ve a alguien físicamente ruborizado, por lo general es en una zona muy alta”, explicó a People el experto, quien puntualizaba que no tiene por qué quedar un efecto extraño, sino que ese pequeño toque rosado extra cerca de los ojos da un resultado muy natural. En concreto, para maquillar a la actriz de Gossip Girl para acudir al desfile de la colección otoño-invierno de Michael Kors, Buckle recurrió a un producto de L'Oréal Paris, Visible Lift Radiance Cheek Duo en tono Romantic in Rose. Era el punto sutil de color en un maquillaje nude, que pretendía dejar todo el protagonismo a su abrigo rojo. "Cuando coloco el blush coloreas la manzanita que queda justo debajo del ojo al sonreír. No hay que olvidar que el objetivo del colorete es que el rostro se vea sano, jugoso. Pero en mi opinión, se puede aplicar bajo el ojo, pero no a ras de pestañas, pues puede hacer efecto Geisha", nos cuenta el maquillador Pablo Robledo.