Entrevista exclusiva en ¡HOLA!: María José Campanario nos habla de su angustiosa operación de urgencia
La mujer de Jesulín de Ubrique nos cuenta la verdad sobre su ingreso hospitalario y la gravedad de su dolencia
Lo he pasado muy mal. Nunca pensé que una cosa, en principio, tan menor se podía complicar tanto". Estas son las palabras de María José Campanario, que en el nuevo número de la revista ¡HOLA! nos cuenta, en exclusiva, la verdad sobre su ingreso hospitalario y la gravedad de su dolencia. Todo comenzó con una leve reacción alérgica, sin embargo, con lo que no contaba es que se pudiera complicar hasta el punto de acabar en casi dos semanas de ingreso hospitalario -al cierre de la revista seguía ingresada- y una infección tan grande que a punto estuvo de convertirse en septicemia (infección en sangre).
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"Me fui a hacer un curso de odontología al extranjero, y estando fuera tuve una reacción alérgica y me tuvieron que poner una inyección intramuscular", nos explica la mujer de Jesulín de Ubrique, que continua: "Cuatro o cinco días después me empezó a molestarme la zona donde tenía el pinchazo. Pensé que al ser una ronchita roja era una picadura de algún insecto. Cuando ya me vine a España lo tenía bastante hinchado". "Fui al ambulatorio y me pusieron una inyección de corticoides, pero seguía estando mal. Ya no podía más del dolor y tenía fiebre alta. En el hospital de Jerez el médico me dijo que tenía una infección importante y que me tenía que quedar ingresada", nos cuenta María José, que ya sabe por qué le ocurrió todo esto: "La inyección se contaminó con una bacteria, un estreptococo, de la piel. Son cosas que ocurren... La bacteria entró con la aguja y... Es mala suerte".
- María José Campanario, ingresada de nuevo
María José lo ha pasado muy mal, sin embargo, le costó verlo. Es fuerte y está empeñada en demostrarse a sí misma y al mundo que lo es mucho más. Por eso, esperó hasta que se prácticamente se caía de dolor para ir al hospital. "Tenía que haber hecho caso a Jesús y haber venido antes", nos cuenta con una media sonrisa, aunque con el susto aún en el cuerpo. De hecho, su marido ha estado muy preocupado: "Cuando le dijeron que había que operar, ya por la noche, de urgencia, pues también es lógico que se preocupara".