A pesar de las nuevas tendencias slow beauty, siguen existiendo técnicas exprés para las apuradas que no disponen de tiempo para realizarse un maquillaje minucioso y lleno de esmero, o las que se encuentran en una situación imprevista. Rápido, práctico y muy efectivo, te desvelamos el secreto de un look sencillo y natural con sólo dos productos que caben en un bolsillo: el corrector y el colorete.
"Ambos productos son muy versátiles ya que el corrector no sólo sirve para tapar imperfecciones, sino que nos vale para iluminar ciertas áreas del rostro", cuenta Joanna Ramírez, International Business Manager de la firma de cosmética Palladio.
Para camuflar solo necesitamos una pequeña cantidad de producto que, "aplicado a pequeños toques con la yema de los dedos para despertar la piel, hace que consigamos una tez uniforme y limpia de imperfecciones. Primero, en la cuenca del ojo, y luego en las aletas de la nariz, barbilla y frente, así como en cualquier granito o marca que queramos tapar", recalca Eva Villar, make up artist de RMS. "Para asegurarnos de que hemos usado la cantidad justa, pasaremos una esponja de maquillaje limpia, a toquecitos, para absorber posibles restos de producto", termina.
El segundo paso sería iluminar. Para ello, "podemos aplicarlo en la frente, debajo de la cola de la ceja para resaltar la mirada, en el centro de la nariz, en la parte superior de los pómulos y en el mentón", apunta la experta de Palladio.
Otro punto a favor del corrector es que "se puede utilizar para disimular ojerasy diferencias en el tono de la piel, con el fin de dar profundidad a la mirada y crear un efecto uniforme al rostro", explica Rocío Ciarán, maquilladora oficial de Make Up For Ever.
El segundo gran aliado, el blush, no solo sirve para ruborizar las mejillas. Con él "podemos dar color a los párpados y crear más profundidad en la mirada, rompiendo la uniformidad que le ha dado el corrector con anterioridad", aclara Ciarán. No importa si su textura es en polvo o en crema. Unos toquecitos con el dedo, a lo largo del párpado, bastarán.
Por último, para dar un toque de color a la boca, Ciarán destaca que, "si aplicamos una pequeña cantidad de corrector en los labios, su textura nos permitirá poner un poco de colorete encima y que éste quede bien fijado".
Y así, sin más, obtenemos un look muy sencillo y natural, con un efecto luminoso y ligero en todo el rostro.
Marian Martinez, especialista Sephora Velázquez, nos revela los errores más comunes que cometemos con el uso del corrector:
1. El exceso de producto. "Muchas veces ponemos demasiado para corregir y hacemos el efecto parche, se cuartea y se ve el corrector agrietado. Es mejor no abusar"
2. Escoger el color equivocado. "Es de los errores más comunes, ya que no sabemos si tirar a oscuro o a claro. Si es para la ojera, es mejor que sea un tono por debajo, ya que cuando aplicamos la base se iguala la tonalidad y evitamos que tire a gris".
3. No corregir ni iluminar correctamente. "Aunque puedas usar un dos en uno, el corrector es para corregir puntos y el iluminador es para dar volúmenes al rostro. Es decir, que empleado como iluminador no lo aplicaremos jamás en la ojera, sino sobre el hueso del pómulo".
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