Lo saludable está de moda. No hay duda de que estamos viviendo un particular boom de todo aquello relacionado con la cultura de lo sano. Quien más quien menos se preocupa, cada vez más, por cuidarse. Y no sólo por una cuestión de estética -que también- sino con el objetivo de sentirse mejor. Los gimnasios y centros deportivos viven un momento espléndido, y el gusto por la comida saludable ha llegado para quedarse, lejos de ser una moda pasajera. No es extraño que, ante este panorama, cobren especial protagonismo centros como Healthouse Las Dunas, un complejo de salud y dietética de cinco estrellas situado en la provincia de Málaga, en ese rincón frente al Mar Mediterráneo entre Estepona y Puerto Banús. Hemos tenido la ocasión de conocer el centro de primera mano y si bien el entorno, las instalaciones, los programas personalizados, el spa y las actividades contribuyen, lo cierto es que si algo conquista al huesped es su apuesta por una nutrición saludable y de calidad.
Para ello han contado con la colaboración de un chef con dos estrellas Michelin, Andoni Luis Aduriz, quien no lo dudó a la hora de embarcarse en este proyecto, que pretende aunar la cocina de élite creativa con una alimentación nutritiva y dietética, elaborada con productos regionales. Se puso manos a la obra y es el responsable de cada detalle de la carta del centro. Un auténtico placer para los sentidos -¡damos fe!- para disfrutar en una terraza con impresionantes vistas al Mediterráneo. Así, el huésped sigue una dieta personalizada para perder peso comiendo menús de alta gastronomía. Además, hay una extensa propuesta de platos de manera que una persona que esté alojada durante tres semanas, no repite menú.
Todo, además, con un objetivo: conseguir la reeducación alimentaria. No se trata de hacer dietas restrictivas, sino de aprender a comer bien. Así nos lo cuenta la doctora Ana María Parra, especialista en Medicina Interna, Experta en Obesidad y factores de riesgo cardiovascular, y responsable del equipo médico del centro. Hemos hablado con ella sobre la filosofía de Healthouse Las Dunas, pero también sobre otros muchos interesantes aspectos relacionados con la nutrición.
¿Cuál cree que es el pilar de Healthouse Las Dunas?
El pilar es nuestra filosofía, el intentar buscar un modo de vida más saludable, que es nuestro leit motiv. Dieta, actividad física y parte emocional, eso es lo que combinamos. Todo depende del objetivo final: perder peso, reducir estrés, invertir en salud para el futuro...
¿Qué busca quien apuesta por el centro?
Busca mejorar las deficiencias que puede tener en su vida. En general, pérdida de peso y encontrar el sistema 'genial' que le mantenga eso para siempre. Busca estar en un sitio donde sin sentirse paciente realmente, sin sentirse en una clínica, le ayudamos a resolver su problema principal.
¿Cuál es el perfil del huesped que acude al centro?
Normalmente más mujeres, pero los hombres cada vez se cuidan más. Hace 15-20 años el porcentaje era de un 90% de mujeres, pero el número de hombres ha aumentado mucho en los últimos años.
¿Cuál es su papel en el centro?
La base es hacer una valoración inicial, es lo más importante que yo aporto. Se ven los antededentes de la persona, qué es lo que buscan, cuáles son los síntomas, si hay alguna causa detrás del problema o eso que le pasa es una consecuencia. Intentamos desgranar todo eso y les intento aconsejar cuál es la línea de trabajo que debemos seguir. A la hora de elegir programa, tú eliges uno y tal vez no es el que más te encaja. Ahí está nuestro papel: intentamos hacer tratamientos totalmente personalizados. Hacemos análisis, densitometría, etcétera. La segunda fase es evaluar los resultados y hacer un protocolo de cara al alta.
¿En qué nos ayuda la densitometría en un programa de pérdida de peso?
Uno puede intuir dónde tenemos la grasa. Las chicas en la mollita, la cartuchera... eso más o menos se intuye. Pero es muy interesante porque con el estudio de composición corporal vemos también la parte muscular, que a veces no se tiene tan en cuenta y es muy importante, incluso en el peso. Hay gente que tiene muy poca masa muscular y el mejor tratamiento para perder peso no es hacer una dieta sino incrementar su masa muscular. Se puede ver la distribución, la porcentualidad de la grasa en cada sección, la parte del hueso... es una herramienta muy interesante. Aunque ya con las medidas antropométricas son cosas que se venían intuyendo y veíamos los perímetros de cintura, cadera, etcétera, de forma muy estandarizada y muy estudiada, esta técnica nos aporta aún más precisión. Luego repetimos la densitometría y se puede ver el beneficio de nuestra intervención.
¿A qué cree que se debe la creciente moda de los centros de salud y bienestar?
A la concienciación de la población y a que tenemos más información. Además, el mundo ha cambiado y la medicina también, nosotros hemos pasado de tener una medicina que sólo se encargaba de tratar al paciente enfermo, no al individuo sano. La medicina clásica no ha tratado al individuo sano. Cuando ha tenido a muchos individuos enfermos, ha empezado a invertir en hacer cosas para no llegar a tener tantos enfermos. Es una evolución de la medicina, que ha hecho que pase a ser una actividad preventiva, así como la concienciación de la población. El caso más claro son las revisiones ginecológicas, antes de que tengas problemas. Por ejemplo, en la prevención del cáncer de mama, ha tenido un papel vital la implementación de los programas de prevención con mamografías. Todo ello hace que la población sea poco a poco más consciente de que debe mejorar su calidad de vida. Y la otra parte muy importante es que las expectativas de vida y la calidad de vida también ha cambiado. Antes una mujer de 50 años era una mujer mayor. Ahora, tu llegas a los 50 años muy bien y quieres seguir teniendo la misma calidad de vida, porque tienes una actividad laboral y social muy alta, a la vez que unas expectativas de vida muy altas también. Eso ha necesitado que intentemos cuidarnos mejor. Estamos más preocupados por tener mejor calidad de vida, y cuanto antes empiezas, mejor calidad de vida tendrás.
¿Damos más importancia a nuestra alimentación?
Desde el punto de vista nutricional queda mucho trabajo por hacer. Hemos tenido una formación nutricional pésima, y se está empezando a cambiar eso. Es importante tratarlo desde bien temprano, porque la obesidad infantil ya es un problema. Hemos pasado de tener a un niño gordito en la clase a tener a un 25-30% de la población infantil con problemas de sobrepeso. Y eso genera un adulto con problemas siempre. Como soy muy optimista, si hemos cambiado las costumbres a peor, se pueden cambiar a mejor. Hace falta hacer formación desde el principio. Necesitamos una formación integral. En los comedores hay que revisar que comen lo adecuado, que acaban la comida, y si no la acaban, ver por qué... la labor de la supervisión de la comida es muy importante. También por el tema opuesto a la obesidad, que es la anorexia.
El responsable de la carta es, nada más y nada menos, que un chef de vanguardia con dos estrellas Michelin, Andoni Luis Aduriz... Alta cocina y cocina saludable, ¿qué tal casan esos conceptos?
Andoni ha conseguido hacerlo espectacularmente bien. Creo que se lo tomó como un reto personal. Él ha demostrado que se puede comer bien, que se puede comer de todo, que hay alimentos que se pueden cambiar por otros... En la alimentación no está todo dicho.
Y hablando de alimentación: Smoothies, semillas, batidos verdes... ¿cuál es su opinión sobre los alimentos de moda?
Como en todo, nos influye la publicidad. Ahora por ejemplo tenemos muchas semillas, que ahora tenemos unas, mañana vendrán otras... Son modas, pero también pasajeras, porque no son la base de nuestra alimentación. El problema con la dieta mediterránea es que nadie se pone de acuerdo en cuáles son sus bases. Hemos perdido tanto la identidad a nivel culinario... Al final de lo que se trata es de intentar explotar nuestros recursos: tenemos el pescado fresco, la carne, verduras y frutas frescas casi todo el año...
¿Cuáles serían para usted las claves de una alimentación saludable?
Tendríamos que intentar comer más frutas y verduras, mantener el consumo de pescado, que en parte se ha perdido un poco, y consumir en vez de cereales más refinados, cereales con más contenido integral. Dejar los dulces y golosinas para momentos puntuales. No soy partidaria de cerrar absolutamente nada, porque comer es un placer. Al final no hay nada ni bueno ni malo, hay que tomar de todo de forma balanceada, a no ser que tengas una alergia o una intolerancia, como puede pasar con la leche, pero entonces tenemos mil opciones en el mercado. Pero no hay que quitarse los alimentos por sistema, a no ser que tengas un concepto vegetariano, que en ese caso es más una filosofía vital. Eso sí, pueden tener carencias, principalmente algunas vitaminas que están en los productos animales. El hombre se diseñó para que pueda comer de todo.
¿Es fundamental el asesoramiento médico a la hora de empezar una dieta?
En internet pones 'dieta para bajar peso' y te salen a montones, a lo mejor algunas mejores que otras, e igual te pueden funcionar... pero pienso que el control y el asesoramiento médico son fundamentales.
¿La clave es conseguir un cambio de hábitos?
Es fundamental una reeducación alimentaria. Nuestra dieta intenta bajar el consumo de grasas, el consumo de azúcares y el consumo de sal, que son los tres puntos que más afectan al peso y a los factores de riesgo cardiovascular: presión arterial, colesterol y diabetes. Eso ya provoca un efecto muy beneficioso. Luego hay que ver cada caso en concreto, hay gente que necesita que se le recomiende un aporte extra de fibra, lo cual es un mecanismo de prevención para mejorar el ritmo intestinal, pero también para prevenir el cáncer de colon. Aquí se dan unas pautas, porque hay mucha gente que no sabe qué son proteínas, que no sabe qué son hidratos de carbono... la gente no tiene muy claro cuáles son los alimentos que los contienen. O también pasa con las medidas, por ejemplo, hablamos de 200 gramos de verduras, y no tienen claro a qué corresponde. Esto que puede parecer una tontería, es necesario hacerlo. Solamente puedes aprender a manejar tu dieta si realmente aprendes qué es lo que tienes que comer, y qué es lo que puedes elegir cuando vas a comer fuera. Está en tu mano elegir lo que quieres y tienes que comer. Insistimos mucho también en los tamaños de las raciones, que cuando comemos fuera, muchas veces están sobredimensionadas, y nosotros también lo hacemos. Todo esto, en lo que se refiere a la alimentación, y luego está el pilar de la actividad física, muy importante también, y volvemos a lo mismo, hay mucha gente que igual no sabe qué ejercicio tiene que hacer, cuál es el que más le conviene.
Los programas del centro son largos, mínimo una semana, y mucha gente sólo puede planteárselos en vacaciones, una época que mucha gente no relaciona con costumbres tan saludables...
Tras mucho trabajar, piensas en vacaciones y piensas en ello como un premio, beber, comer, salir... igual hay que cambiar y pensar que ese no es realmente un premio para tu vida, quizá el premio sea invertir en algo más saludable, de ahí que esté tan de moda el concepto de vacaciones saludables.
¿Cuáles son las necesidades nutricionales en función de cada franja de edad?
Cuanto más joven eres, necesitas más. Hay un rango intermedio de la vida, en el que si lo que quieres es perder peso, hay que intentar reducir el nivel calórico y aumentar la actividad, y luego hay una franja un poco más tardía de la vida en la que las necesidades nutricionales bajan mucho porque el sistema metabólico se enlentece, básicamente a partir de la menopausia en la mujer y en el hombre un poquito más tarde. Lo que hay que intentar en ese caso es que el sistema metabólico se active, con una pauta de ejercicio un poco diferente, no son ejercicios tan intensos, sino de tonificación muscular, y más suaves, porque la edad no permite lo mismo. Trabajamos con dietas de 1.300 calorías que, en general, funcionan.
Con los niños [el centro cuenta con un programa específico para niños con sobrepeso] se trabaja de forma diferente. Primero porque la actividad de ocio es diferente en el niño que en el adulto. Con el adulto se trabaja también la parte de los tratamientos corporales, que ayudan por ejemplo a la grasa localizada, y que en los niños no encaja.
¿Qué opina de la 'operación bikini'?
Para empezar, siempre hay tiempo. Al final, necesitas una motivación, si la tuya es ponerte el bikini, a mí me resulta válido. Ya intentaré yo convencerte de que vayas más allá (ríe). Nadie trabaja sin motivación, y la operación bikini es una como otra cualquiera. Eso sí, exprés no hay nada, bueno, si te sobran un par de kilos, sí que puedes conseguirlo en 15 días.
¿Qué le diría a alguien que piensa que es imposible adelgazar sin pasar hambre?
La gente que tiene problemas con el peso ha probado tantas cosas, con buenas y malas experiencias, y pasa el tiempo y sigues con sobrepeso, se es desconfiado a la hora de confiar en otra pauta de pérdida de peso. Aquí la gente no suele pasar hambre a no ser que hagas mucho ejercicio, pues en ese caso necesitas más hidratos de carbono, que son los que te dan más resistencia. Además trabajamos con el coaching emocional el punto de vista psicológico.
Verano y alimentación saludable, ¿dos conceptos incompatibles? No son incompatibles, apetecen cosas más saludables, frescas, ensaladas, zumos de frutas, sardinas, un pescado azul maravilloso, realizado en forma de espetos, por ejemplo. Se pueden tomar helados de yogur, más ligeros y saludables... y se puede hacer mucha actividad al aire libre, que ahora apetece mucho, mientras que en el invierno, nos encerramos en casa. En el agua por ejemplo se puede hacer mucho ejercicio.